PUNTO DE VISTA DE VALENCIA
—¿Puedo? —Alfa Maverick me miró esperanzado.
—¿Hmm? —pregunté, confundida.
¿Puede hacer qué?
—Quitar nuestra toalla —Aurora susurró sensualmente en mis oídos, y casi me atraganto con mi saliva al escuchar sus palabras.
—¿Qué demonios, Aurora? —le pregunté mientras ella me sonreía con picardía.
—Quítate la toalla —dijo Alfa Maverick, y yo abrí mucho los ojos al escuchar lo similar que sonaba a Aurora.
Definitivamente estaba siendo influenciada por este hombre travieso.
Espera. Ese no era el caso. Ella siempre ha sido así de traviesa.
—Sal de aquí —le dije a Maverick.
—¿Hmm? —preguntó como si no esperara que dijera algo así.
Le sonreí.
—Me escuchaste. Sal de esta habitación. El tío Jonathan incluso nos prohibió encontrarnos solos en la habitación. No solo subiste a mi balcón, sino que también quisiste quitarme la toalla. ¿Crees que no sé qué pasará después? —pregunté.
Maverick no refutó mis palabras.