Punto de vista de Valencia
—¡Sombra! ¿Qué diablos? ¿Cómo puedes simplemente escogerme así? ¿No tienes vergüenza? —no pude evitar gritar en cuanto mi corazón se calmó un poco y mis sentidos volvieron.
No dijo nada, y me vi obligada a mirar su sexy perfil lateral que lo hacía ver aún más encantador.
—¿Así que ya no hay formalidades? ¿Pasé de ser señor Sombra a simplemente Sombra en cuanto nos quedamos solos? ¿O debería pensar que estás insinuando algo? —me preguntó el beta, y apreté los dientes.
¡Qué formalidades ni que nada! ¿Cómo se atreve a levantarme en brazos?
‹¿Verdad que sí? No importa que se sienta encantador o lo seductores que sean sus fuertes brazos alrededor de nosotras o cuánto amo la sensación y me pregunte cómo se sentirían sus manos sobre nuestro cuerpo desnudo, especialmente en nuestro pecho y bueno... ¿Cómo se atreve?› Aurora intervino.