PUNTO DE VISTA DE VALENCIA
Trabajaba duro. Yo estaba allí sentada, viéndolo extender los documentos sobre la cama uno a uno antes de encender el ventilador a baja velocidad para secarlos y limpiar el desastre que había hecho.
¿Por qué estaba haciendo todo esto él mismo? Podría llamar a una empleada o ama de llaves, ¿verdad?
—¡Oye, ten cuidado! —grité para llamar su atención mientras veía el frasco de tinta que rodaba hacia el borde de la mesa, sin embargo, lo que salió de mi boca fue solo un —¡miau!.
Viéndolo ocupado recogiendo los documentos y que el frasco de tinta caería sobre su cabeza y mancharía su guapo rostro, salté de la cama y usé mis instintos de gata para patear el frasco lejos.
Sombra levantó la vista mientras aterrizaba en su cabeza como una tonta con mi tralala justo en su cara y mis patas agarrando su cabello para evitar caer antes de que suspirara al ver el frasco de tinta que salpicaba la pared.