Aquí les dejo el otro capítulo.
Dejen sus piedras de poder.
---
"No me subestimen, imbéciles", gritó el líder mientras levantaba la espada frente a él en posición defensiva.
"Esto va a ser fácil-" Antes de que George terminara de hablar, el líder gritó "¡Dash!" y lo embistió con el hombro, haciéndolo volar varios metros hacia atrás.
Por suerte, George tenía buenos reflejos y logró poner sus espadas en forma de cruz para defenderse, pero el impacto fue como ser golpeado por un camión, dañándolo un poco. Al caer, tuvo que apoyarse sobre una rodilla mientras una gota de sangre caía de su labio.
"Mierda. ¿George, estás bien?" preguntó rápidamente Fred, manteniendo su guardia en alto.
"Estoy bien. ¡Fred, ten cuidado!", gritó George al ver que el líder tenía a Fred en la mira.
"¡Dash!" dijo el líder, apareciendo frente a Fred y haciendo un corte hacia abajo. "¡Choque!" gritó.
Rápidamente, Fred esquivó rodando hacia un lado.
La espada, al no encontrar su objetivo, golpeó el suelo, creando grandes grietas donde Fred había estado parado y provocando una onda de choque que lo hizo perder el equilibrio momentáneamente.
El líder aprovechó el momento para lanzar un corte horizontal hacia Fred.
Viéndolo, rápidamente pateé uno de los cuchillos oxidados que había en el suelo, apuntando a la cara del líder.
El líder detuvo su ataque y bloqueó el cuchillo con su espada.
Fred aprovechó la distracción para saltar hacia atrás, alejándose un poco más del líder.
"Jefe, sé que dijimos que los caballeros mágicos apestaban y que era inútil aprenderlo..."
"¡Pero tenemos que admitir que esto es genial!" dijeron los gemelos emocionados.
"Uff, díganlo después de que podamos vencer al jefe", dije mientras observaba al jefe sin bajar la guardia.
"Ja ja ja ja. Malditas ratas, los cortaré en miles de pedazos y los devoraré mientras aún estén con vida", dijo el jefe, riendo como un villano.
"Normalmente, una persona no sigue viva después de ser cortada en miles de pedazos", dije con una sonrisa burlona.
"A menos que sea una especie de zombi."
"Pero en ese caso sería carne podrida. No creo que sepa bien", añadieron los gemelos mientras rodeábamos al jefe.
"Entonces simplemente los abriré por el estómago y devoraré sus órganos mientras observan con temor su final. ¡Ja ja ja ja!"
Sin dejarnos tiempo para comentar sobre sus rarezas, el jefe volvió a ponerse en posición defensiva. Y reanudar su ataque.
"¡Dash!" Esta vez apuntó hacia mí, pero salté hacia un lado, esquivándolo.
Aprovechando el segundo de desestabilización causado por fallar el golpe, Fred lanzó su mazo, sosteniendo la cuerda para recuperarlo.
El jefe, justo a tiempo, levantó su espada para defenderse.
"¡Ja ja ja! Muy lento. ¡Muy lento!", gritaba con excitación el jefe mientras demostraba su estado de locura.
Entonces, George tomó la delantera con ambas espadas y atacó al jefe de frente.
Me lanzó una mirada a la cual asentí suavemente demostrando mí entendimiento mientras recibía un golpe horizontal con ambas espadas, saliendo volando nuevamente unos metros. Su espada oxidada se destrozó en pedazos, dejándolo solo con la espada de hueso.
Después de la mirada de George, me había preparado y me acerqué detrás del jefe. Cuando George fue golpeado, aproveché un punto débil y golpeé una de sus piernas con mi mazo de púas.
"¡Aaaaah, maldito bastardo!" gritó el jefe, lanzando tajos al azar hacia donde yo estaba.
Esquivando por los pelos cinco o seis cortes, volví a tomar distancia.
Aunque me alcanzó un par de veces, los cortes no fueron profundos, pero mi ropa terminó rasgada y ensangrentada.
"¡Bien hecho, jefe!", gritó Fred mientras se reagrupaba con George.
"Maldito... maldito... maldito..." El jefe parecía haber enloquecido, repitiendo la misma palabra mientras sus ojos se tornaban rojo sangre de ira.
"¡Dash!" Se lanzó hacia mí, pero con una pierna herida, su habilidad perdió velocidad, dándome más maniobra para moverme.
"¡Choque! ¡Choque! ¡Choque!" Al llegar a donde estaba parado, el jefe spameó la habilidad de choque una y otra vez hacia el suelo.
"Tal vez las habilidades necesitan un tiempo de uso", dije mientras me alejaba unos metros más para esquivar la onda de choque.
"No digas tonterías, jefe." "Poder usar la habilidad una y otra vez lo hace genial", replicaron rápidamente los gemelos.
"Bien, luego no se quejen", dije mientras me reagrupaba con ellos para contarles el plan que se me había ocurrido.
"Fred, apunta a su nuca. George y yo tomaremos el aggro de frente", expliqué rápidamente.
"¿Otra vez yo? Ya tienes el aggro, jefe. No soy necesario", se quejó George, un poco abatido por haber recibido los golpes de frente dos veces y estar con una sola espada.
"No te quejes, es el único que tiene un arma útil", dije, mostrando mi mazo con pinchos, que estaba a punto de romperse. Tal vez le quedaba el último golpe. Pero no haría mucho daño.
"Bien", dijo George con resignación y se preparó.
"¡Hora de demostrar que Mazo Maximus es la verdadera arma épica!", dijo emocionado Fred con una gran sonrisa mientras mostraba el mazo de hueso de coxis.
"¿No era legendaria?" preguntó George.
"Es legendariamente épica", corrigió Fred, mientras yo los ignoraba y me preparaba para atacar.
Luego de desquitar su ira con el suelo, el jefe parecía haber recuperado parte de su cordura, si es que la había tenido desde el principio.
"¿Qué te hizo el pobre suelo?", me burlé del jefe.
"Tal vez descubrió que de ahí vienen las verduras", dijo George a mi lado.
"¡Asquerosas ratas!. ¡Dash!" dijo el jefe, apareciendo frente a nosotros y lanzando otro tajo horizontal. Lo esquivé al estilo Matrix, mientras George daba un gran salto para esquivarlo también a unos metros del suelo.
"¡Ahora!" gritamos juntos mientras atacábamos la cabeza del jefe.
El jefe soltó una mano de la espada y se protegió, recibiendo un gran daño en la mano derecha, lo que le impidió mover la espada rápidamente con la mano izquierda casi soltando la espada.
"¡Aaaarg, malditos!" gritó con ira mientras intentaba atacarnos de nuevo con una sola mano.
En ese momento, Fred aprovechó y atacó por la espalda al jefe.
"¡Mazo Maximus!" gritó tontamente mientras golpeaba la cabeza del jefe.
El jefe no tuvo suficiente tiempo ni velocidad para defenderse y recibió el golpe de lleno, cayendo sobre una rodilla, con sangre manchando su rostro. Pero dejándole unos segundos para hacer sus último comentario.
"Uf, uf... ja ja ja... incluso si me derrotan, estarán perdidos... ja ja ja", dijo antes de caer hacia adelante y explotar en partículas brillantes, dejando el drop.
Típicas palabras de minijefe.
"¡Genial!" gritamos los tres mientras caíamos de espaldas, mirando el cielo.
"Eso fue agotador, uf", dijo George, tirado con los brazos y piernas extendidos. Si espada de huesos desapareció junto a mí palo con pinchos.
"Este mazo será mi arma principal de ahora en adelante", dijo Fred con una sonrisa.
"Si es que el juego continúa. Tal vez eso era todo", dijo George, rompiendo el sueño de su hermano.
"No lo creo. Joseph fue el creador de los mundos de los testers que ya no querían despertar. No me sorprendería que hubiera creado un mundo nuevo", dije mientras me sentaba.
Y me sacaba la remera sucia que me molestaba un poco.
"Jefe, dime qué dropeó. No me quiero levantar", dijo George, agotado, ya que él había recibido el mayor daño.
"Oye, yo también estoy agotado. Perdí bastante sangre", dije señalando mi ropa manchada que lance hacia el. Exageraba un poco, pero estaba cansado de verdad.
George apenas se movió así que le di en la cara pero rápidamente lo agarro y lo arrojo lejos.
Fred, siendo el menos agotado, se levantó y revisó el drop por nosotros.
"¡Genial, jefe y George! Dejó la espada y dos encantamientos por separado", dijo, mostrando el mandoble y dos papiros en rúnico el cual tenía lo encantamientos así como la descripción de las habilidades.
"Ugh, la espada no me gusta prefiero velocidad, y aunque quisiera un encantamiento, no tengo un arma para usarlo", dijo George desde el suelo sin ganas.
"Yo ya tengo arma, así que la espada queda fuera. Y cualquiera de los dos encantamientos me sirve", dijo Fred, dejando el drop en medio de nosotros para decidir.
"Bien, la espada es mía", dije tranquilamente mientras tomaba el mandoble.
"Yo me quedo con Dash entonces. Necesitaré buscar un arma", dijo George, tomando uno de los papiros.
"Eso deja Choque para mí. Lo pondré en mi mazo", dijo Fred con una sonrisa mientras tomaba el papiro que quedaba.
"Tienes que escribir las runas sin fallar para usar el objeto", le advertí a Fred, que estaba emocionado.
"Entonces, jefe, por favor", me pidió, entregándome los objetos. Con ambas manos.
Suspiré. "Bien, pero cuando encontremos la moneda del juego, te voy a cobrar", dije, usando un hueso del suelo para grabar el mazo.
No tardé más que unos segundos.
"¡Eso fue rápido!", dijo Fred, sorprendido.
"Obviamente, porque lo hice yo. Normalmente alguien tardaría mucho más. Por cierto, con el mínimo fallo tu arma habría desaparecido", le dije con una sonrisa.
"Entonces, por suerte le pediste al jefe y no a mí", dijo George con una sonrisa burlona.
"Sí, por suerte", añadió Fred, limpiándose el sudor inexistente de la frente.
"Bien, vamos afuera antes de que se termine nuestro tiempo en las cabinas", dije. En realidad, mi tiempo había terminado hace rato, ya que solo tenía media hora disponible.
Llevábamos jugando tres horas, pero usé mi privilegio como administrador para hacer pasar nuestra sesión como un "mantenimiento". Solo podíamos mantener esta excusa por tres horas, antes de que la energía de la cabina se agotara y fuéramos expulsados automáticamente. Ese era el tiempo máximo que las cabinas soportaban con uso continuo.
"Bien", dijeron ambos mientras se levantaban y me seguían.
Me puse la gran espada en la espalda. Por suerte, el drop incluía una funda; de lo contrario, tendría que arrastrarla como hacía el jefe, ya que era bastante pesada.
"En cuanto encuentre otra espada, la venderé. Prefiero tener más movilidad", comenté, sintiendo el gran peso en mi espalda, literalmente.
Después de caminar unos minutos, llegamos a la puerta del gran muro. En lugar de abrirla, subimos a una de las torres situadas al costado.
"¡¿Qué diablos?!", gritó Fred, que fue el primero en llegar.
"¿Qué pasó, Fred? ¿¡Qué...!?", exclamó George al llegar justo después, quedando atónito mientras miraba hacia afuera.
"Bueno, parece que estábamos literalmente en la aldea de novatos", dije al ver lo que había afuera.
Del otro lado del muro se extendía una llanura, y hacia el otro lado, un bosque oscuro. Pero lo que nos dejó sorprendidos fue la escena que se desarrollaba allí: un auténtico apocalipsis zombi. Incluso había unos perros negros gigantes devorando un cadáver bajo un árbol.
"Esto se está poniendo más interesante", dije con una sonrisa, pero una alarma de color rojo nos sacó de nuestra sorpresa.
"¡Diablos, parece que se terminó el tiempo!"
"Podemos usar la cabina clandestina", dijeron los gemelos, mirando la luz roja de la piedra flotante en el cielo.
"Incluso así, solo podremos jugar los fines de semana. Tenemos clases y castigos a los que asistir durante la semana", dije, rompiendo sus ilusiones.
"¡Maldición!", gritaron los gemelos al unísono, justo cuando el tiempo de la cabina se agotó, y todo a nuestro alrededor se desvaneció en la oscuridad.
Normalmente, debería quedar un fondo amigable, pero habíamos agotado completamente la energía de esta cabina.
"Bueno, fue divertido. Volvamos antes de que Snape nos encuentre", dije, abriendo la puerta.
"Muy tarde, señor Flamel", dijo Snape, que estaba parado justo fuera de la cabina, atrapándonos fácilmente.
Bueno, después de todo, se tomaba muy en serio su trabajo.
Así que el resto del día libre que teníamos lo pasamos limpiando toda la sala de juegos, baños incluidos. Estoy seguro de que Snape mandó a construir baños en la sala solo para castigarnos limpiándolos.
Después de todo, fuera de la sala de juegos ya estaban los baños del tercer piso, así que no había necesidad de crear más...
---
Corrección chatgpt.
PD. Me di cuenta que puse coxis en vez de pelvis. error mío pero me dio pereza repararlo así que imaginen que es una pelvis partida a la mitad y tienen su arma.
Si sigo con esta historia lo voy a cambiar a dagas de pelvis. Estilo kratoz jajajajaja sería divertido.