Pasaron unos pocos días en el hospital, estaba preparando todo para irse a su casa y buscar alguna pista de su pasado allí, ya había hecho todo lo posible en su celular, buscando entre sus fotos, contactos, barra de búsqueda de Google, juegos, playlist de música favorita, etc… pero no pudo encontrar nada aparte de recuerdos de estar escuchando música phonk brasilera mientras estaba en el autobús público, nada muy relevante. Ya estando afuera del hospital con mochila en mano y motivada para empezar su investigación una muy gran e importante pregunta le llego a la mente.
— ¿Cómo vuelvo a mi casa?
Era una muy buena pregunta considerando que sus padres no habían aparecido después de estar tres días seguidos dentro del hospital y en general estar completamente sola, tampoco tenía a sus padres en contactos por lo que realmente estaba desprotegida y sin saber adónde ir, en ese momento decidió hacer lo más lógico que podía en ese momento: sacar su celular y hacer una llamada grupal con sus amigos y de todos ellos solo Lily y Víctor respondieron.
— Yo: Hola… —mantuvo un pequeño silencio e empezó a reírse de la incomodidad —estoy en problemas….
— Max: ¿Qué ocurre enana? — preguntaba Víctor mientras sonaba ruidos de personas y un sonido similar al de platos de fondo.
— Yo: Ay, obviando el apodo… ¿ustedes saben dónde vivo?
Después de preguntar no hubo respuesta para Grace, empezaba a pensar que se había cortado la señal del silencio que yacía en la llamada pero pudo escuchar nuevamente el sonido de la gente y platos de fondo indicando que simplemente no estaban hablando, en ese momento se enojó un poco con ellos, estaba preguntando algo importante ¿y ahora no quieren responder? entonces volvió a repetir la pregunta, pero con un tono de voz más fuerte.
— Yo: ¿Saben dónde está mi casa?
Después de otros segundos de silencio de parte de ambos Lily hace la misma pregunta que se había hecho Grace al revisar su celular antes, Grace no quería tener que hacer un formulario verbal, solo deseaba ir a su casa y la pregunta la frustró aún más. En cuestión de segundos Lily empezó a hacer más preguntas con un tono de voz cada vez más fuerte lo que a su vez hacía que Grace respondiera de la misma manera ya que le irritaba que empezara a gritar de repente.
— La Heather: ¿y tus padres?
— Yo: pues fijita que es una excelente pregunta…
— La Heather: ¿no te han llamado?
— Yo: no.
— La Heather: ¿no los has llamado?
— Yo: no.
— La Heather: ¿¡por qué!?
— Yo: porque no pued-
— La Heather: ¿¡por qué no puede-!?
— Yo: ¡Porque no tengo su número de teléfono!
— La Heather: ¿¡PERO POR QUÉ!?
— Yo: ¿¡TU CREES QUE TENGO IDEA!?
— La Heather: ¡PUES CLARO QUE SI, SON TUS BENDITOS PADRES!
— Yo: ¡YA TE DIJE QUE NO LO SE-!
— Max: ¡YA! Cállense, te voy a ir a buscar, tranquilas parde fieras…
— La Heather: ¡Es que es una locura! ¿¡cómo no aparecen sus padre-!?
— Max: ¡dejemos el tema aquí! voy a buscarla.
— La Heather: pero-
— Max: ¡AHORA!
Después de esa mini discusión Max sale de la llamada de inmediato, solo quedaron Lily y Grace quienes estaban algo en shock por la reacción de Max, no lo habían visto reaccionar así y menos por algo como eso. Grace miraba el celular sin saber que decir, después de unos largos e incomodos segundos de silencio ella expresa su confusión.
— Yo: … que raro…
— La Heather: … ni lo digas… ¿Qué bicho le pico?
— Yo: ehm no se…
— La Heather: bueno… yo mejor me voy… chao.
Después de eso Lily finaliza llamada, Grace seguía igual de confundida sino es que más mirando su celular con confusión, llevó su celular a uno de sus bolsillos y se mantuvo esperando a que Víctor llegara a buscar, ya estaba empezando a reflexionar el que le había pasado a Víctor antes como para ponerse así, de todas formas no tuvo que esperar mucho tiempo para notar a él a lo lejos corriendo a su dirección, Grace fue acercándose caminando sin mucha prisa hacia él, cuando por fin el chico logro alcanzarla se agacho frente a ella para descansar, al ver esto Grace se rio un poco en voz baja.
— Jeje… me recuerdas a cuando llegue tarde a la secundaria.
— Ja, ja, ja, muy… muy graciosa… mal agradecida.
Mientras Víctor reía sarcásticamente este dio un gran suspiro y volvió a estar recto, hizo una seña para que Grace la siguiera y ella le hizo caso.
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Mientras todo esto ocurría Sarah se encontraba encerrada en su habitación, tenía una pila de libros de historia a su lado, escribía en su computadora y a su vez tomaba notas en un cuaderno que tenía a mano, no estaba con mucha luz en ese momento, pero era la suficiente como para ver con claridad, se le notaba cansada y estresada, en un momento se frustro y cerro la computadora, dirigiéndose a su cama y acostándose en ella de modo que podía mirar el techo.
— Esto es inaudito…
Mientras se quejaba consigo misma su celular se encendió y empezó a vibrar, Sarah volteo a verlo con velocidad, levantándose de la cama rápidamente con su corazón latiendo con fuerza, aunque cuando revisó se dio cuenta que era otra llamada de Joshua, volvió a sentarse en su escritorio con su celular en mano viéndolo con lastima, tenía el dedo puesto para responder pero no sabía que debería de decir después, la indecisión la estaba haciendo sentir horrible y no sería la primera ni la última vez que le pasaría eso, al final apagó el celular para no tener que rechazar la llamada y lo dejó a un lado del escritorio, mientras hacía eso sentía como la culpa la empezaba a carcomer por dentro, pero solo siguió tomando notas.
— Lo siento mucho Joshua… no puedo permitirme contestar ahora.
Se decía a sí misma para justificar el intento de evitar el problema a paso que se sumergía en informes y libros, intentando obviar la culpa.
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Cuando ambos llegaron a la Casa de Grace ella se quedó un poco sorprendida: vivía en un apartamento en el segundo piso, estuvo parada en la puerta de su apartamento imaginando como sería por dentro a su vez que se quitaba la mochila y buscaba sus llaves, entre rebuscar y rebuscar empezó a poner sus libros y libretas en el piso y a sacudir la mochila.
— Grace, no creo que eso funcione— dijo Víctor con algo de desconfianza en su voz.
El chico seguía viéndola sacudir la mochila en un intento de encontrar las llaves, por dentro le daba gracia verla haciendo eso, comparándola a un niño pequeño haciendo una rabieta para no ir a la escuela. Después de un tiempo las llaves por fin salieron de la mochila, tenían un fino hilo rojo atorado entre ellas lo cual sugería que no podían salir porque estaban atoradas dentro, al agarrarlas se podía notar un pequeño detalle: un llavero de unas uvas colgando. Lo movía y le parecían algo divertido, mientras lo observaba con atención un recuerdo comparable con la velocidad de una estrella fugaz recorrió su mente.
Estaba caminando por la calle, parecía salir de la secundaría por que llevaba la misma mochila, pero parecía bastante estresada e incluso desesperada por algún motivo, llevando unos papeles sujetados entre su pecho y su brazo, papeles que parecían ser importantes, se sentó en una parada de bus y al mirar al suelo por el estrés notó un objeto de un color particularmente llamativo, ahí había un llavero con forma de uvas justo entre sus pies, lo agarro con su mano libre y sintiéndose afortunada lo puso en las llaves del apartamento.
Al recordar todo eso se mantuvo mirando el llavero por un tiempo, tocándolo y reflexionando al respecto, eso hasta que Víctor le golpea la cabeza como si fuera una puerta.
— ¡Toc, toc! ¿la dueña de la nave sigue allí o ya voló a marte?
Grace le agarró la mano de Víctor para que dejara de hacer eso, pero aún seguía viendo el llevaron intentando formular una teoría rápida, pero tal y como la última vez no hubo nada que entrelazara la pulsera con el llavero, al final solo suspiró y abrió la puerta de casa mientras hablaba.
— Perdón, me han estado pasando cosas muy raras últimamente
— ¿a qué te refieres con "cosas muy raras"?
— Pues… la vez que se fueron del hospital recordé algo… "curioso", y desde ese día me han estado pasando mini recuerdos por la mente y me volvió a pasar con las llaves, pero creo que esta vez fue algo importante.
— ¿eh? ¿Quieres ser más clara con lo que dices? No soy adivino.
Lo ignoró por completo, Víctor tenía una mirada preocupada fijada en ella, pero evitaba que sea muy obvia. Grace abrió la puerta con cuidado por si había alguien adentro: no había nadie… el ambiente limpio se sentía cómodo y tranquilo... demasiado tranquilo, tan tranquilo como una cueva oscura a 20 metros de profundidad bajo el agua.
— ¿Por alguna casualidad llegaste a recordar este lugar?
— No, no tenía ni idea…
Mientras entraba Víctor iba de tras de ella asegurándose de ver su reacción, la chica encendía las luces para ver todo con más claridad, se sentía una sensación extraña de familiaridad, casi como si el lugar le estuviera gritando que ella pertenece allí, pero a su vez no podía reconocer nada, mientras veía la casa se acordó nuevamente del tema de sus padres, al notar todo demasiado tranquilo tuvo un muy mal presentimiento y un nudo se formaba en su garganta. Se sentó en el piso mientras abrazaba sus piernas notoriamente angustiadas.
— Estoy pensando seriamente que soy huérfana…
— ¡Grace!
— ¡es que no entiendo! ¿Dónde están mis padres? En serio… me estoy empezando a preocupar.
Víctor se sentó al lado suyo aún más preocupado que antes, pero notándose algo incomodo, no sabía que decir exactamente, era innegable que los padres de su mejor amiga brillaban por su ausencia, pero sentía la necesidad de ayudarla de algún modo, modo que desconocía.
— … ¿y si se fueron de viaje a trabajar?
— ¿Y no me enviarían mensajes?
— …— Víctor suspiro hondo pasando su mano por su propio cabello.
— Tal vez deba acostumbrarme a vivir sola…
— ¡Grace, por Dios!
— ¿Y qué quieres que piense? no aparecen en el hospital, ni en el apartamento, no tengo sus números, Y… no recuerdo sus caras…— menciono Grace con un tono de voz algo desesperado.
— Si quieres puedes investigar por la casa, de casualidad encuentres algo de ellos.
— ¿crees que aparezca algo en un apartamento tan pequeño?
— Nunca se sabe…
— … ¿al menos los llegaste a conocer?
— … — Víctor no respondió a la pregunta.
— …
Grace volvió hacerse bola, se notaba que no la estaba pasando bien en su cabeza y Víctor se sentía incomodo en gran manera, no sabía que debería de decir o hacer para realmente ayudarla, sintiendo como una sensación de hipocresía lo perseguía, al final solo se mantuvo mirando a la puerta intentando darle apoyo como podía.
— Mira…— hizo una pequeña pausa— Si llegará a pasar que realmente tus padres no estén contigo… te voy a ayudar como pueda, pero por favor debes de calmarte.
— … ¿de verdad?
— Grace… — volvió a quedarse callado con la tristeza invadiéndolo poco a poco — De verdad… pero primero cálmate.
— … —Suspiro hondo y con algo de amargura y tristeza—Ok… voy a buscar por el apartamento… si encuentro algo lo avisare por el grupo de Mensajes…
— Eso está bien...
Aun y con eso Grace seguía abrazando sus piernas y mirando al frente, a la puerta, intentando no tener más ideas negativas sobre la desaparición de sus padres. Víctor la miro disimuladamente, sentía una extraña sensación entre comodidad e incomodidad, sensaciones completamente contrarias y extraña, ya debería de haberse ido de vuelta a su compromiso… pero aún así prefirió quedarse un rato más con ella.
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— Al fin… puedo dejar de investigar…
Después de un rato Sarah se encontraba acostada en su cama agotada descansado un rato, aunque rápidamente la culpa volvía a hacer acto de presencia, no podía dejar de pensar en lo mala amiga que estaba siendo al ignorar a todos como si nada y que quizás era demasiado tarde para volver a hablar con ellos, quizás ya les había hecho daño y no la perdonarían, quizás ya nadie más la quisieran en el grupo… Quizás, mientras más pensaba en eso más culpa e inseguridad sentía pero sabía que mantener su cabeza en ese tema no le ayudaría en nada, al final solo eran tonteras, ¿cierto? Sarah volvió a ver a su escritorio lleno de libros, historias antiguas en las cuales sumergirse y dejar de pensar en lo que tanto la agotaba mentalmente.
— No… no hará daño estudiar un poco más…
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Mientras Víctor se preparaba para irse del apartamento Grace buscaba por todo el lugar, debería de haber alguna pista, algo que indicará que al menos tenía contacto con sus padres, algo, una foto, cualquier cosa, pero no aprecia nada, después de un rato buscando se quedó quieta, quizás lo mejor para ella era aceptar que no tenía padres. Fue a la nevera para ver que tenía para comer y se topó con una gran sorpresa, una que la hizo olvidar su problema por al menos unos minutos.
— Eh… V- Víctor, espera, ven a ver…
El chico ya estaba saliendo del lugar cuando escucho a Grace hablarle y él se dio media vuelta dirigiéndose hacia la cocina, cuando fue a ver la nevera solo pudo reírse a carcajadas.
— Pero- Grace ¿Porque tienes tanto jugo de uva en la nevera?
— … E- eso… eh— se mantuvo en silencio sin saber que decir escuchando la melodía de las risas de Víctor— e- es una buena pregunta…
— Me creo que en vez de comprar agua te hidrataras de esto… ¡estas loca! Un cuarto de nevera de puro jugo, ay Dios.
— ¡Yo no sabía que era capaz de hacer eso!... Debí de estar borracha… pero no tocaría alcohol ni loca-
— Borracha de vino, supongo.
— ¡OK, OK! Cállate, ya opinaste mucho.
— No es culpa mía que hagas cosas así… si tus tonteras fueran del tamaño de tu estatura~ no estaría opinando.
— ¡te voy a hacer carne molida poste de luz sin cables!
Víctor se burlaba de la chica y esquivaba los golpes de Grace como si nada, aún y cuando realmente intentará hacerle algún daño serio ella no podría hacerle mucho, seguía esquivándola con facilidad cuando chocó con uno de los gabinetes, por el choque este se abrió dejando caer unas cartas, Grace al instante miro los sobres con enorme curiosidad.
— Ou ¿Qué es eso?
— ¿Qué cosa?
Se acercó a las cartas dejándose llevar por su curiosidad, había varias y sabía que había aún más en el gabinete en el que sobresalía alguno que otro sobre, miró las cartas pensando que podrían tener dentro y decidió abrir una de estas con cuidado de no dañarla, al sacar su contenido no pudo evitar poner una expresión de sorpresa y confusión.
— Como… ¿Por qué hay billetes aquí?