"Recuerda que morirás", aquellas palabras suenan una y otra vez en mi mente, aun siendo una niña no dejaba de pensar en el concepto de la muerte, cuando iba a parques o simplemente en la carretera no era raro ver insectos muertos, o si tenias muy mala suerte un animal atropellado, yo no sentía compasión o algo por el estilo, yo solo podía pensar "ojalá no me pase eso", pero eso no era tan importante en mi vida, lo que si lo era es el estudiar, mi padre era un militares increíble, al igual que mi madre ellos siempre volvían sin ningún rasguño de todas sus misiones, y eran a persona muy amables, yo aspiraba a eso quería ser el orgullo de mi familia, incluso tal vez ser mejor que ellos, yo no paraba de estudiar, hacer ejercicio, y hasta practicaba mi puntería, eso me dejó prácticamente sin ningún amigo, pero que importaba? Yo tendría más amigos en el futuro, tal vez incluso conocería a mi alma gemela, como mis padres se conocieron, una vez este en el ejército.
Tras pasar exitosamente todos mis estudios estaba lista para lograr mi meta, pero ahí fue cuando todo se derrumbó, mis padres murieron en un accidente de auto... un simple auto conducido por un idiota, termino con la vida de mis armados padres, que tontería no? Unos soldados que superaron innumerables retos, tendidos en el asfalto, como aquellos animales que veía de niña, sin embargo no podría quedarme más tiempo, a estar de luto por ellos, debía cumplir lo que les prometí, pero esto termino siendo la pero decisión que pude tomar, mi mente estaba tan alejada que apenas podía poner atención en mis entrenamientos, y cuando llegó una misión real, aquella pequeña ilusión, que tenía de como sería se destruyó, puedes imaginarlo? Balas cayendo por todos los lados posibles, gritos, sangre, y yo estaba estática apenas pudiendo respirar, mientras aquellos que pensaba serían compañeros preciados morían de la nada, era imposible que me quedara más tiempo, termino mi misión y así como había logrado mi sueño, fue arrebatado, hice de todo para que me sacarán de ese lugar, y al final lo logre el alivio, la vergüenza, el odió, tenía tantas sensaciones recorriendo mi cabeza, pero la más grande era tristeza, no logré ser aquella mujer fuerte que les prometí a mis padres, desde ese día empecé a vivir con mi abuela, ella era una mujer muy agradable, sin importar quien seas o que estés pasando solo unos minutos con ella, te calmaban y animaban, tal vez por eso fui con ella apenas logre salir de ahí, en vez de ir a vivir a la casa de mis padres que ahora era mía, o solo no quería estar sola, sea cual sea el motivo inconsciente de mi decisión, mi plan era vivir con ella unos días, hasta poder tener un trabajo estable, o hasta poder calmarme de todo lo que viví, pero esos días se volvieron semanas, las semanas se volvieron meses, y por último los meses se volvieron 5 años.
En ese tiempo yo no sabia que hacer, no tenía más planes para mi vida y apenas podía salir a la tienda, antes de recordar las muertes de todos mis seres queridos, o del sentir que todos me ven, y me juzgan, nadie sabe que yo siquiera forme parte del ejército, pero aún así no paro de escuchar voces, que me juegan y me critican, mi abuela me incentivo atener trabajo, pero nunca pude tener uno en el que durará más de 1 semana, siempre aplicaba mi misma táctica, decía que no era para mí, o que tenía que quedarme a cuidar a mi abuela, y cuando salía de esos trabajos ahí estaba ella, mi único familiar que me apoyaba, mi abuela, esperándome con mi comida favorita y lista para ver series tontas de adolescentes, o películas malas, no se cuando se volvió nuestra rutina el hacer eso, pero así se fue mi vida, una mujer de 30 y tantos tendida en un sillón, esperando que su vida se arregle por arte de magia, y culpando de todo a sus traumas pasados, hoy por ejemplo tenía que ir a una entrevista de trabajo, mi abuela siempre me metía en estas cosas sin avisar y solo me decía el día de la entrevista, nunca lo hacía con mala intención, sin embargo como dije recién no duraba mas de 1 semana, al final perdí el tiempo para llegan en mi otra cosa favorita, era, por más raro que suene, dispar ya no tenían que ser cuerpos humanos, solo pequeños discos de que volaban por los aires, esa actividad está mejor que 100 cesiones con el psiquiatra, hasta me llamaban la loba plateada, por mi gran cabello gris... bueno nadie. me llamaba así, pero casi logro que me dieran ese título, cuando me digne en ir al lugar me echaron, llegué tan tarde qué hasta ya habían contratado a alguien, así que solo pude respirar hondo y decirme.
-Bueno, mas suerte a la próxima Ela.
Esas eran las palabras de consuelo que me daba, compré un poco de helado y comida chatarra, con el dinero de mi abuela desde luego, para poder ver nuestras series como de costumbre, mientras caminaba pude observar otra vez un cadáver de animal en la carretera, un perro callejero desde luego, se notaba por su pelaje sucio y desacomodado, por un momento me recordó a mi, ambos teníamos un cabello gris igualito, hice una pequeña sonrisa serrando los ojos con ese pensamiento, fue algo extrañó pero está vez ya no sentía aquella ansiedad de terminar así, por un momento lo tomé como progreso, hasta que la volver a verlo el cadáver de aquel perro era mi cuerpo inerte tendido en el piso lleno de sangre, caí de espaldas gritando, pero me levanté rápidamente y seguí caminando, la gente a me empezaba a mirar, por primera vez aquellas voces que imaginaba eran reales, corrí hasta que al fin pude llegar a la puerta de mi casa, estaba agitada y me costaba respirar, no entendía por qué había visto eso, era claramente yo hasta juraría que podía tocar mi propio cadáver, todo era borroso y no podía escuchar nada, pero una voz tierna me saco de ese pánico.
-Hija está bien?
Era mi querida abuela, corrí para abrazarla, todo a mi alrededor se volvió claro y al recibir su abrazo de vuelta pude respirar otra vez con tranquilidad, ella me habló de mi entrevista de trabajo, yo ya tenia mi excusa lista.
-Verás, al parecer yo no era lo que buscaban, pero no te preocupes traje helado y papitas para ver el último capítulo de...
Me pare en pleno discurso de ineptitud, al ver la cara de la única persona que realmente me importaba, un gesto de decepción y asco. se formó en aquel rostro gentil, "yo, ocasioné esto?, me dije en mi mente, no podía crecer que había pasado, y me quedé ahí, de rodillas, mi abuela al verme trato de disimularlo pero era tarde, yo pude ver todos los años de decepción y arrepentimiento, casi comenzó a llorar ahí mismo, que me había pasado estos últimos años?, dónde quedó la chica que era brillante y podría hacer lo que sea? donde quedó aquella niña que enorgullece a su familia? Donde quedó Ela? Quien demonios es esta mujer inmadura que se queda en un sillón por horas sin hacer nada, yo no pude creer en lo que me había convertido, antes de que mi abuela digiera otra palabra salí corriendo de mi casa, tal vez está tienda todavía me acepté si ruego, pensé, tal vez pueda conseguir empleo en donde practico mis disparos, pensé, el porque? Ya no quería vivir así decepcione a la única persona que creyó en mi, su cara fue el punto de quiebre, ya no importa mis miedos, ya no importan los cadáveres, ya no importa nada, yo seré una persona nueva, el mundo vera el renacimiento de Ela Ver...
Un golpe me mandó a volar y me desmalle por unos minutos, o eso es lo que creo, desperté llena de sangre y tirada en la carretera sin saber que había pasado, no podía mover mis piernas y me dolía hasta respirar, pude ver de reojo un auto, así que este era mi fin tendida en el piso como aquel perro muerto, o como mis padres, o como esa alucinación, dios si que es cruel, el día donde por fin iba a cambiar me asesina sin piedad, y de la forma más irónica posible, con mi último aliento no le pedí perdón a mi abuela, a mis padres no dije nada de eso, lo único que pude decir antes de desfallecer fue.
-No quiero morir-
Tras eso no aguante más y cerré mis ojos en el frío asfalto.
Nombre: Ela ???????
Especie: humana
Muertes: 1