Yan Ling no esperaba que el hombre al que había salvado la recordara por tanto tiempo.
Se rió y le dijo a Xiao Yun —Te ves mucho mejor, no es de extrañar que no te reconociera.
La verdad era que no había mirado bien su cara en aquel momento, así que no sabía cómo lucía.
Aunque Xiao Yun sabía que ella no lo reconocía, no le importaba, sonrió y dijo —Eso es porque seguí tus instrucciones, tomé mi medicación con diligencia y cooperé activamente en el tratamiento.
Hablando de medicación, Yan Ling no pudo evitar sentirse culpable.
Había prometido encontrar una manera de curarlo en aquel entonces.
Pero luego ocurrió algo, tuvo que irse temprano y no pudo dejar su información de contacto.
Aunque logró desarrollar una medicación que podía aliviar su dolor más adelante, nunca tuvo la oportunidad de dársela.
