Al oír las palabras —Salón Real de Comidas—, las enfermeras que se escondían detrás del mostrador de recepción sacaron la cabeza al instante y comenzaron a susurrarse unas a otras.
—¡Oh Dios mío, es del Salón Real de Comidas!
—¿Cuál Salón Real de Comidas? ¿Es el que solo atiende a invitados de estado y hasta tiene a Cocina Li inclinándose ante él?
—¿No es que el Salón Real de Comidas no hace entregas a domicilio? ¿Es verdad?
—¡Es verdad! El amigo del tío de mi tía una vez tuvo el placer de acompañar a un pez gordo a cenar en el Salón Real de Comidas. En las fotos que publicó en su círculo social, los patrones en todos los utensilios eran idénticos a los de este contenedor de comida. Escuché que este diseño está protegido a nivel nacional, nadie se atreve a copiarlo. Y no es que el Salón Real de Comidas no entregue, es sólo que su tarifa de entrega es muy alta, empezando con un gasto mínimo de cien mil.
Al oír esto, todos soltaron un suspiro de envidia...