Amelie soltó un largo suspiro, dejando caer los hombros mientras continuaba—. Está embarazada. Independientemente de quién sea el padre de ese niño, no quiero que pague por los errores de su madre. Sé que es desvergonzada y no le importa su bebé, pero yo no puedo ser tan cruel. Lo que es más... creo que hay algo más en toda esta situación de lo que aparenta. Ella sigue engañando a todos con esa fachada de inocencia, pero yo sé que por dentro está podrida. Solo necesitamos llegar al fondo del asunto y, una vez dé a luz... entonces podremos actuar.
Liam se recostó en su silla, rascándose pensativo la barbilla. El estudio donde estaban teniendo esta conversación estaba impregnado del aroma del café recién hecho, pero sus mentes estaban en otro lugar.
