—¿Escuché que Liam había decidido encargarse de los preparativos de la boda, es cierto? —preguntó Vanessa con voz calmada mientras Amelie miraba su reloj para ver la hora. A ella no le importaba especialmente esta pequeña charla, pero cada vez que se encontraba con esta mujer, la conversación siempre dejaba un sabor amargo en su boca.
—Es cierto —confirmó Amelie con un movimiento de cabeza—. Él decidió que era una buena idea.
—Me gustaría ofrecer mi ayuda —sonrió Vanessa y continuó—. Como sabrás, aunque nuestra familia es famosa por nuestra riqueza, todavía se nos considera un "caballo oscuro" de la alta sociedad debido a la falta de transparencia de nuestros asuntos familiares. Creo que sería mejor cambiar eso ahora.
Amelie fruncía el ceño cada vez que Vanessa decía "nuestra familia"; de alguna manera era irritante. Ella sabía lo que la mujer tenía en mente, pero decidió preguntarle de todos modos.
—¿Por qué crees que esto ayudaría?
Vanessa respondió con una sonrisa sutil.