Cuando Kace llegó a su mesa, ignoró completamente a Olivia, quien le sonreía de manera coqueta, evaluándolo como si fuera un trofeo dorado, y se dirigió a Natalie en su lugar.
—¿Dónde está Allison? —le preguntó.
—Derek se la llevó, diciendo que quería hablar con ella de algo —respondió ella.
Kace frunció el ceño, escaneando la cafetería pero no pudo encontrarlos.
—Kace Wallace, ¿tienes hambre? Vamos al mostrador a buscarte algo de comer —sugirió Olivia, pasando junto a Natalie para quedar al lado de Kace.
—No me digas que también quieres abrir las piernas aquí —soltó Natalie.
Olivia le lanzó una mirada fulminante antes de rodear a Kace con sus brazos.
—No me toques —dijo Kace en un tono severo, su tono no dejando lugar a discusión—. Y retrocede tres pasos. Tu perfume es asqueroso y estás demasiado cerca —añadió, frunciendo el ceño con desprecio mientras se mantenía firme, claramente irritado por la invasión de su espacio.