—Si ya te sientes traicionado solo por descubrir que ella ha sido quien te envenenaba —comenzó Anastasia, su voz teñida de oscuro regocijo—, ¿cómo te sentirías si descubrieras que el hijo que tanto apreciabas—el hijo que más querías que cualquier cosa...
Se detuvo, un brillo malicioso en sus ojos mientras fijaba la mirada en Amelia. Amelia negó con la cabeza ligeramente, implorando en silencio que se detuviera, pero la sonrisa de Anastasia solo se profundizó. —¿No es tu hijo biológico?
Amelia miró a Anastasia, su rostro tan blanco como el papel, mientras se preguntaba cómo Anastasia podría haber descubierto esa información.
Robert lanzó una mirada furiosa a Anastasia antes de apartar sus ojos de ella para fulminar tanto a Amelia como a Jack.
—Ella está mintiendo —declaró Amelia mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos—. Te está mintiendo. No me digas que crees las tonterías que está diciendo.
Robert miró de vuelta a Anastasia, quien simplemente se encogió de hombros.