Un brillo malévolo cruzó por los ojos de Winter Augusta mientras miraba fijamente a la señora del vestido rojo.
Continuó mirando a la señora del vestido rojo mientras esta se acercaba a algunas personas, involucrándose en unas discusiones, mientras otros llamaban su atención.
Invierno levantó su copa para dar un sorbo a su champán, sus labios rojos dejando una marca en el borde de la copa. Sus ojos permanecieron fijos en Michelle, siguiendo cada uno de sus movimientos con la intensidad de un depredador observando a su presa.
A propósito, Invierno se puso en el camino de Michelle, dándole la espalda a esta. Michelle no estaba mirando y chocó con Invierno.
—¡Dios mío! Lo siento mucho, no te vi ahí. ¿Estás bien? —preguntó Michelle con un tono teñido de preocupación.
En el fondo, solamente fingía estar preocupada por la persona en la que se había chocado. Se revisó a sí misma, asegurándose de que nada se hubiera derramado en su vestido.