Hace dos décadas, un enorme meteorito cruzó el cielo nocturno, dejando una estela de fuego y humo antes de estrellarse contra la Tierra con un estruendo que resonó en todo el planeta. La colisión desató una misteriosa enfermedad, Awakenosis, que afectó a una pequeña fracción de la humanidad, otorgándoles habilidades sobrenaturales. Algunos de estos individuos, conocidos como 'Despertados', vivían en la sombra, ignorantes de las fuerzas extraordinarias que yacían en su interior, esperando el momento adecuado para surgir y alterar el curso de la historia.
Profesora: ¡Chicos, hoy les traigo un nuevo compañero! Adelante, Ryosuke, preséntate.
Ryosuke: (Con una leve inclinación de cabeza) Mi nombre es Fujimori Ryosuke. Tengo 16 años. No soy un Despertado, así que no tienen por qué preocuparse.
Ryosuke siempre había estado fascinado por los Despertados. Desde niño, escuchaba historias de sus increíbles habilidades: telequinesis, control elemental, curación instantánea y más. Pero también había oído las advertencias: algunos Despertados usaban sus poderes para el bien, mientras que otros se dejaban llevar por la oscuridad.
Durante el recreo, Ryosuke se sentó en las escaleras del instituto, observando a los demás estudiantes. Una compañera de clase, Elena, se acercó.
Elena: (Sonriendo) Hola, Ryosuke, ¿verdad? Así que no eres un Despertado, ¿eh?
Ryosuke asintió, devolviendo la sonrisa.
Ryosuke: Lamentablemente, no tuve esa suerte.
Elena: (Riéndose suavemente) Bueno, ¿quién sabe? Tal vez solo estés esperando el momento adecuado para despertar tus habilidades.
Ryosuke: Eso sería algo, ¿no? Pero por ahora, me conformo con ser el chico normal del grupo.
Elena se sentó junto a él en las escaleras.
Ryosuke: ¿Tienes algún Despertado en tu familia?
Elena asintió, mirando hacia el patio donde algunos estudiantes jugaban fútbol.
Elena: Mi hermana mayor. Ella puede sanar heridas rápidamente. La llamamos nuestra "sanadora personal". A veces es útil, pero otras veces... bueno, imagina tener que mantener ese secreto.
Ryosuke: Debe Ser Complicado
Elena:Sí, a veces lo es. Pero es parte de quiénes somos ahora.
Ryosuke: ¿Alguna vez te ha dado problemas?
Elena: No demasiado. La mayoría de las veces, la gente simplemente no lo sabe. Pero a veces... sí, ha habido momentos complicados. Sabes, hubo un gremio que una vez intentó llevarse a mi hermana mayor para que trabajara con ellos. Decían que su habilidad para sanar sería invaluable para sus operaciones.
Ryosuke: ¿Enserio? ¿Que hizo tu familia al respecto?
Elena: Mi mamá tuvo que ser bastante firme. No queríamos que mi hermana se fuera, y ella tampoco estaba interesada en trabajar para ellos. Al final, se dieron por vencidos, pero fue un momento tenso.
Ryosuke: Debio haber sido dificil
Elena:Sí, pero es uno de esos problemas que vienen con tener un Despertado en la familia. A veces, hay personas que quieren aprovecharse de sus habilidades
Ryosuke asintió, reflexionando sobre la carga adicional que los Despertados llevaban.
Ryosuke: Supongo que ser parte de un gremio podría ser una buena forma de protegerse, ¿no?
Elena: Sí, algunos Despertados eligen unirse a gremios para eso, para tener apoyo y protección. Pero no todos lo hacen. Algunos prefieren mantenerse independientes.
Ryosuke: ¿Y tu hermana?
Elena: Ella prefiere estar con la familia, ayudando cuando puede pero sin involucrarse demasiado en el mundo de los Despertados.
Ryosuke mira a elena con admiracion
Ryosuke: Debe ser genial tener alguien asi en la familia
Elena: Si lo es, solo que aveces nos metemos en problemas inesperados
Los dos rieron, disfrutando de un momento de ligereza antes de que sonara la campana indicando el final del recreo.
Elena: Bueno, tengo que irme a clase. Nos vemos luego, Ryosuke.
Ryosuke: Claro Nos vemos
Se despidieron y Ryosuke se quedó un momento más en las escaleras, pensando en todo lo que había aprendido esa mañana sobre los Despertados y el mundo al que pertenecían.
Ryosuke: Despertar mis habilidades ¿Eh?
Ryosuke se mira la mano y apreta el puño
Ryosuke: Quien sabe, quizas no estoy diseñado para este mundo
Ryosuke se levantó lentamente, preparándose para regresar a clase, aún sumido en sus pensamientos.
Horas mas tarde sale el timbre de salida
Ryosuke va de camino a casa y se encuentra con tres personas intentando atracar un local sigilosamente. Se acerca a espiar a las personas.
Ryosuke se choca con una lata de cerveza que está en la acera y los tres atracadores lo descubren.
Atracador: ¿Que mierda haces aqui niño?
Ryosuke, sin saber qué hacer en esta situación, comienza a ponerse nervioso.
Ryosuke: Lo-lo lamento, no tenía la intención de mo-molestarlos.
Atracador: ¡Ven aqui niño!
Ryosuke, impulsado por el miedo, da media vuelta y comienza a correr. Los atracadores se lanzan tras él, sus pasos resonando en las calles desiertas. Ryosuke corre con todas sus fuerzas, pero el terror lo hace torpe y su corazón late desbocado.
Gira en una esquina y se encuentra con un callejón sin salida. Se detiene, respirando con dificultad, y voltea para enfrentar a sus perseguidores. Los atracadores se acercan lentamente, con sonrisas crueles en sus rostros.
Atracador: Pensas que podias escapar ¿Eh?
Uno de los atracadores lo embiste, golpeándolo contra la pared del callejón. Ryosuke siente el dolor irradiar desde su espalda, pero se mantiene de pie, tratando de pensar en una forma de salir de esta situación.
Ryosuke: Po-por favor, no me hagan daño. No diré nada, lo juro.
Atracador: ¿Cual es tu nombre?
Ry-Ryosuke, señor. Ese es mi nombre.
Atracador: Ryosuke, eh. ¿Qué haré contigo, Ryosuke?
Ryosuke: De-déjeme ir, señor, por favor.
Ryosuke, viendo que no tiene otra opción, decide luchar por su vida. En un rápido movimiento, se agacha y recoge una roca del suelo. Con todas sus fuerzas, golpea a uno de los atracadores en la cabeza. El hombre cae al suelo inconsciente, sangre brotando de la herida.
Los otros dos atracadores, sorprendidos por la resistencia de Ryosuke, se abalanzan sobre él. Ryosuke lucha con todas sus fuerzas, pero uno de los atracadores saca un cuchillo.
Atracador con cuchillo: ¡Maldito Mocoso!
En la confusión de la pelea, el atracador con el cuchillo lo apuñala. Ryosuke siente un dolor agudo y punzante en su pecho. Los atracadores, ahora con miedo y pánico por la situación que han creado, deciden huir.
Ryosuke cae al suelo, sosteniéndose el pecho mientras la sangre se derrama. Ve a los atracadores correr, sus pasos resonando mientras se alejan. La visión de Ryosuke comienza a nublarse, el dolor y la pérdida de sangre haciéndose más intensos.
Ryosuke: (Susurrando) No... no puede terminar así...
Ryosuke: (Susurrando) No... no me dejen aqui...
Ryosuke: (Susurrando) No... no me dejen aquí…
Ryosuke: (Susurrando) No quiero morir…
SILENCIO PROFUNDO
Mientras su visión se oscurece, Ryosuke siente la desesperación y la lucha por aferrarse a la vida. Una luz muy brillante ilumina sus ojos.
Ryosuke: ¿Qué... dónde estoy?