Capítulo 2.
"El deforme"
Los
cazadores iban camino a la ciudad Millerán, para cazar al monstruo que valía 30.000
piezas de oro. Mientras cabalgaban, aristeo miraba la foto de una mujer y una
niña. Su cara se entristecía, recordando aquel suceso, hasta que Fowler se
acerca y le da una palmada en la espalda, diciéndole que se anime y que ellas
estaban esperando su regreso. Aristeo miró a Fowler y sin decir nada, siguió
avanzando hasta la ciudad Millerán, donde esperaba su presa.
--Por fin hemos llegado muchachos, hoy va a ser un buen día –Dijo Fowler con alegría.
--Espero
que valga la pena viejo –Dijo Aristeo con tono aburrido.
--Tu
siempre con lo mismo –Dijo Gahiji.
Los
tres cazadores empiezan a reír, cuando escuchan un grito desde el pequeño
pueblo y tomando sus armas, apresuran a los caballos y se dirigen rápidamente
hasta las puertas de la pequeña ciudad, pero habían llegado tarde y el monstruo
se había llevado a otro niño. Los aldeanos estaban tristes y con mucho miedo,
ya que todos los niños que se iban…nunca volvían. Los secuestraba en cualquier
hora del día o noche. Los tres cazadores entran al pueblo con sus armas
cargadas y con calma se bajan de los caballos. Uno de los aldeanos corre hacía
ellos, con una multitud más.
--¡Por
favor, ayúdennos a matar a ese monstruo!. Pagaremos esa cantidad de oro –Dijo uno
de los pueblerinos mirando lo que Fowler tenía en mano.
--¿Y
cómo lo harán, si apenas pueden vivir? –Preguntó Fowler.
--Hemos
estado recolectando oro por un mes, así que tenemos para pagar. Algunos no han
comido en todos esos días –Respondió el pueblerino, tomando la mano de Fowler.
--Bien,
díganme, ¿Hace cuánto que sufren de estos ataques?.
--Ya
hace dos meses. Las patrullas de la ciudad Salome lograron atraparlo, hasta que
un día…solo desapareció. Ahora asecha nuestra ciudad nuevamente.
--La
misma historia que me dijo el anciano –Dijo Fowler en su mente.
--¿Conocen
a qué horarios ataca?, ¿A quienes se lleva específicamente?, ¿Dónde se
encuentra?, ¿Cuál es su forma de atacar o matar? –Preguntó Gahiji.
--El
monstruo ataca a cualquier hora del día o noche, pero más por el mediodía, ya
que los niños salen a jugar, y como dije antes, solo se lleva a niños o niñas.
Acerca de su paradero, lamentablemente nadie sabe dónde vive, pero se rumorea
que vive en el antiguo templo del dios Kiki Waka.
--¿El
dios Kiki Waka? –Preguntó Aristeo.
--Si,
un antiguo dios de la muerte, que mataba a todo aquel que no creía en sus
hazañas.
--Suena
a escondite de monstruo –Dijo Aristeo.
--Respecto
a la última pregunta, nadie sabe cómo asesina.
--Entonces,
tendremos que averiguarlo nosotros mismos –Dijo Fowler prendiendo un
cigarrillo.
Horas
más tarde, cayó el sol de mediodía y los niños no querían salir, así que Gahiji
se viste como un niño y sale a jugar, junto a otros dos. Fowler le pidió al
resto de personas que actuaran normal, ya que podía ser muy astuto y no venir a
llevárselos.
El
ambiente era silencioso, como si nada pudiera pasar, hasta que se escuchan unas
pisadas como de caballo, pero nadie sabía de dónde venían, hasta que el
monstruo corre en dirección a Gahiji y los niños, mientras respiraba muy rápido
y sus caras enloquecían, como si estuviera excitado. Fowler toma su escopeta y
comienza a disparar, pero la velocidad del monstruo era increíble. Aristeo le
grita a Gahiji, pero el monstruo atraviesa su estómago con su mano de araña. Gahiji
escupe una gran bocanada de sangre y es arrastrado por los suelos, sin poder
hacer nada. El monstruo salta sobre los techos de la ciudad y escapa, pero
Fowler y Aristeo corren detrás de el, para rescatar a su camarada, mientras
este perdía la conciencia. El monstruo escapa, pero Fowler y Aristeo siguen el
rastro de sangre que había dejado Gahiji, guiándolos hasta un lago, donde todo
parecía sacado de un cuento de hadas. El agua era clara, las flores eran
hermosas y un gran árbol viejo y alto, se alzaba en el centro del lago.
--¿Dónde
esta Gahiji? –Preguntó Aristeo.
--No
lo se, pero ten cuidado –Dijo Fowler precavido.
Los
cazadores avanzan en los alrededores del lugar, pero nada les llamaba la
atención, hasta que Aristeo escucha el ruido de niños gritando, pero no sabía dónde
estaban y se movía al azar, intentando escuchar las risas más cerca. Se acerca
al lago y lo escucha más cerca, "déjame en paz, tus chistes no dan risa".
Aristeo llama a Fowler y este tira su escopeta. Aristeo hace lo mismo y ambos
se tiran al agua. Nadan en lo profundo del lago, hasta ver una puerta
iluminarse, en el fondo de aquel lago. Al llegar, abren la puerta que los lleva
a un gran circo, pero este era muy turbio: todas sus decoraciones eran viejas,
los "payasos" y demás eran otros monstruos más horribles. En las sillas estaban
los niños encadenados, temblando, llorando y otros muertos de hambre o sed, ya
que no les daban nada. Otros niños eran asesinados porque no se reían o se asustaban.
--¿Qué
rayos es este lugar? –Dijo Aristeo en voz baja.
--No
lo se, pero prepárate, porque hay más de veinte monstruos y nuestra recompensa
esta justo en medio –Contestó Fowler.
Los
cazadores miran pacientemente desde las gradas, cuando el show comienza y los
actos eran cada vez peores. Eran tan malos, que los niños lloraban o gritaban
por ayuda. Los cazadores aprovechan para saltar sobre el monstruo, pero este
brinca hacía Fowler y lo hace impactar sobre los asientos viejos, mientras
Aristeo cae sobre un león que no tenía piel y lo mata con su espada. Fowler se
levanta, toma su hacha y corre hacía el monstruo, pero este desaparece dejando
a Fowler y Aristeo, frente a diecinueve monstruos. Estos comienzan a luchar,
matando a varios monstruos, cuando uno de ellos toma a Aristeo de los pies y lo
lanza contra la pared. Aristeo se levanta, pero otro monstruo se tira sobre él.
Este atraviesa su cuello con la espada, mientras Fowler despedazaba a los
monstruos con su hacha, que rebozaba de sangre. Tras la gran matanza, queda un
solo monstruo, pero este era enorme, gordo y con sed de sangre.
El
monstruo sonreía mientras se frotaba el estomago y tras mirar a los cazadores,
los intenta golpear con el gran mazo que llevaba en su mano izquierda. Los
cazadores lo esquivan y se dividen. Aristeo sube por su espala, pero el
monstruo suelta su mazo y toma a Aristeo, con la intención de comérselo, pero
Fowler lo evita cortando su brazo. El monstruo grita de dolor, mientras Aristeo
cae junto al brazo cortado. Tras zafarse corre hacía el monstruo y este lo
golpea, enviándolo contra la pared. El monstruo se acerca a Aristeo, pero sus
ojos revientan y el monstruo grita como loco. Aristeo mira hacía la izquierda y
ve a Gahiji levantado, quien había disparado mientras cubría su herida. Aristeo
aprovecha y salta sobre el monstruo, llega hasta su cabeza y mientras se
sostenía de su oreja, corta su cuello con fuerza, dejando salir toda su sangre.
Aristeo decide saltar, pero el monstruo lo toma con fuerza e intenta reventarlo,
hasta que Fowler corta su otro brazo y tras caer al suelo, el monstruo muere
desangrado.
--¿Están
todos bien? –Pregunta Fowler con un tono burlón.
--Necesito
vendar esta herida viejo, deja las bromas para después –Contesta Gahiji
mientras se acercaba adolorido.
Horas
después, los cazadores regresan por otro camino, que uno de los niños les había
indicado, y tras horas de caminar llegan a la salida, para luego regresar al
pueblo. La mayoría de niños se reencuentran con sus familias, a excepción de
algunos que habían muerto. El final era bueno para algunos, pero amargo para
otros, aunque el monstruo seguía vivo y no sabían dónde estaba, así que los
cazadores advirtieron a todos que tengan cuidado. Los avistamientos del
monstruo habían terminado, por ahora…
Aristeo sale una noche para caminar, ya que
aún recordaba a esas dos mujeres. Él caminaba pensando en ellas, cuando escucha
a una mujer cortando algo y al acercarse, ve a la mujer cortando su muñeca y
manchando de sangre, un tronco con un extraño símbolo.
Aristeo
se oculta en los arbustos, cuando el monstruo que ellos buscaban, aparece
frente a la mujer y esta le pide que mate a todos los niños que estaban vivos
en la aldea. El monstruo se acerca a la mujer, mientras movía las cabezas de un
lado a otro. La mujer le muestra el pedazo de madera, con el sello grabado y la
sangre que manchaba por completo a la madera. El monstruo se arrodilla ante
ella. La mujer sonríe, cuando el monstruo comienza a respirar sin control y
cuando la mujer voltea, el monstruo muerde su cuello y tapa su boca, mientras
comienza a desmembrarla y engulle sus partes, dejando caer una gran cantidad de
sangre al suelo. Aristeo no llevaba sus armas, así que no pudo hacer nada y el
monstruo se va del lugar, dejando la madera tallada. Aristeo aprovecha y se
acerca para ver el símbolo que la mujer había dibujado y decide planear algo…algo
que podría costarle la vida.
Al
día siguiente, aristeo le cuenta a Fowler y Gahiji lo sucedido. Estos quedan
impactados al oír lo que Aristeo contaba. Aristeo les dice que haría lo mismo
para atraer al monstruo.
--¿Vas
a recrear ese ritual? –Preguntó Fowler sorprendido.
--Si
–Contesta Aristeo.
--¿Acaso
estas loco? –Dijo Fowler.
--No,
no estoy loco, pero es la única manera de atraerlo.
--No,
no pienso dejar que hagas eso. No pienso arriesgarme a perderlos –Dijo Fowler
con preocupación.
--Viejo,
no te pongas sentimental ahora, esto seguro fun… --Dijo Aristeo, pero es
interrumpido por Fowler.
--¡Quieres
verlas de nuevo, ¿Verdad?! –Dijo Fowler con rabia.
--¿De
qué estas hablando viejo? –Dijo Aristeo confundido.
--¡Tu
sabes bien de quienes hablo!.
Aristeo
se queda callado y recuerda aquel día horrible…
Aristeo
había conocido a Fowler, luego de perder a su esposa. Era una noche fría y
Aristeo estaba cazando a un hombre lobo, cuando una bruja le dice que su esposa
daría a luz. Aristeo nunca creía en las brujas, porque estas manipulaban a las
personas, pero ese día lo olvidó por completo y corrió hasta su casa
emocionado, creyendo que su esposa daría a luz. Al llegar a casa, abre la
puerta y corre a la habitación. Allí estaba ella con su hija. Aristeo llora de
emoción, al ver a la niña y a su esposa. Años más tarde, aristeo deja de ser un
caza recompensas y se dedica a trabajar con el padre de su esposa, en el mundo
de la pesca. Todo iba bien, pasaron años tranquilos, hasta que una noche, la
bruja que le había dicho sobre el embarazo, se aparece nuevamente y le dice que
vaya a casa o algo muy malo pasaría. Aristeo corre asustado a su casa y al
llegar, se encuentra algo horrible: su esposa estaba desangrando, el lobo que
había dejado escapar aquella noche, arranca el cráneo de su hija y come el
resto de ella, saboreando cada parte, hasta que toma a su esposa, que
forcejeaba apenas. El lobo arranca su cabeza y la engulle con facilidad. El
cuerpo de su mujer cae al suelo sin vida. Aristeo queda impactado al ver la
escena, hasta que el hombre lobo lo mira y sonríe. Aristeo ve su cara y
enfurece, corre hacía el, toma una escopeta que estaba colgada en la pared y tras
acercarse a su pecho, dispara la escopeta de dos cañones, que pertenecía a su
esposa. Con ira perfora su pecho, haciendo que el hombre lobo muera. Horas más
tarde llegan los padres de Aristeo, estos estaban felices con la noticia y
habían traído regalos, pero llegan a la casa que estaba hecha pedazos, con
sangre en toda la sala y en plena oscuridad. Aristeo estaba en el suelo, con un
pequeño retrato que le habían hecho. En el retrato, aristeo estaba sentado en
un sofá, su esposa estaba sentada arriba de sus piernas, cargando a su hija
recién nacida en brazos.
Los
padres de Aristeo se acercan a abrazarlo y al año siguiente, decide volver a su
antiguo trabajo, con la finalidad de vengarse de aquella bruja. Allí conoce a
Fowler y decide aliarse con él.
--¿Por
qué no puedes olvidar eso Aristeo? –Preguntó Fowler enojado.
--¡Porque
fue la única mujer que amé y amaré durante el resto de mi vida! –Gritó Aristeo.
--¿Y
qué diría si estuviera aquí? –Dijo Fowler con un tono calmado.
--Me
diría que no lo haga, que soy un cabeza dura y que buscara otra manera. Ella no
quisiera que me arriesgue así –Contestó Aristeo, con melancolía.
--Eso
creí –Dijo Fowler con una sonrisa.
--Pero
ya no esta aquí, así que usaré mi plan –Dijo Aristeo decidido.
--Pero
morirás y la bruja que buscas seguirá viva. ¿Estás seguro de esto camarada?.
Aristeo
pensó lo que Fowler había dicho, pero aún así, decide seguir con su plan. La
noche siguiente, aristeo y sus camaradas van al bosque y Aristeo comienza el
ritual, mientras Fowler y Gahiji se ocultan sobre la cima de los árboles.
Aristeo corta un poco su muñeca, dejando caer un poco de sangre, sobre una
madera tallada con el mismo símbolo, esperando a que el monstruo llegue. El
tiempo pasaba y nada ocurría, fowler y Gahiji comenzaban a dormirse, mientras
que Aristeo seguía atento. Tras una hora, aristeo comienza a perder las ganas
de estar allí, cuando decide pararse y en ese momento, el monstruo se aparece
ante él. El monstruo lo mira fijamente, cuando se da cuenta quien era y
rápidamente intenta matarlo, pero Aristeo le dispara en la cara izquierda,
haciendo que se mueva enloqueciendo. Fowler baja del árbol y comienza a
disparar, pero el monstruo corre por el bosque. Gahiji corre tras el, mientras desenfunda
sus dos pistolas. El monstruo sube a la copa de los árboles y salta de árbol en
árbol, para perder a Gahiji, pero Fowler lo baja de un escopetazo en la pierna.
El monstruo cae, pero sigue corriendo cada vez más lento, ya que rengueaba.
Finalmente lo rodean. El monstruo se tira al suelo y comienza a mutar, con el
proceso más macabro que habían visto, hasta que se divide en tres. Cada cara
tenía su propio cuerpo, pero una de ellas cae muerta, ya que Aristeo lo había
asesinado.
Los
monstruos comienzan a correr: uno rengueaba y otro corría a toda velocidad.
Gahiji persigue al rengo, mientras Aristeo y Fowler perseguían al veloz. Gahiji
disparaba hacía arriba, ya que el monstruo pasaba de árbol en árbol,
agarrándose de las ramas que podía. Tras llegar a una zona casi sin árboles, el
monstruo se tira al suelo y corre a cuatro patas, pero Gahiji dispara sus
pistolas y hace que el monstruo deje de sentir sus dos piernas, ya que
atraviesa sus rodillas con las balas. Este cae al suelo y Gahiji apunta a su
cráneo. Dispara, pero el monstruo esquiva las balas e intenta apuñalar a Gahiji.
Al no tener éxito, se arrastra con las manos de araña a toda velocidad para
poder escapar, pero fue inútil ya que Gahiji le dispara en el cráneo y el
monstruo impacta su frente contra el suelo, muriendo en el acto. El cazador se
acerca, el monstruo se vuelve humo negro y deja un cristal negro que Gahiji
destruye de un disparo. Mientras tanto, fowler y Aristeo corren detrás del otro
monstruo, que avanzaba a toda velocidad. Aristeo apunta a las piernas del
monstruo, mientras corría como loco y con éxito lo tumba. Tras caer al suelo,
los cazadores se acercan al monstruo, que desangraba y gritaba como un bebé.
Aristeo toma su escopeta, apunta a su rostro en cuclillas y antes de disparar,
el monstruo le dice la ubicación de la bruja que buscaba. Aristeo aleja el
cañón y le pregunta dónde estaba, cuando este le dice que ella vivía en los
bosques de Stambling. Aristeo apoya la escopeta en su cara y le pregunta si era
verdad, a lo que el monstruo responde que si, mientras temblaba del miedo. Al
ver su reacción, aristeo se levanta y le agradece al monstruo, quien sonríe
pensando que estaba a salvo, mientras se alejaba tembloroso. Aristeo pisa su
espalda, apunta y dispara, volando su cráneo en mil pedazos. El cazador estaba
con un solo plan: viajar a ese maldito lugar y encontrar a la bruja que buscaba.
Aristeo recarga su arma y Fowler destruye el cristal que había dejado. Gahiji
se acerca a informar que los otros dos cristales estaban destruidos.
Al
día siguiente, los tres cazadores regresan a la ciudad y les informan a todos,
que el monstruo deforme estaba muerto. Los aldeanos les iban a dar el oro, pero
los cazadores vieron la pobreza del pueblo y se apiadan de ellos, diciéndoles
que no necesitaban su oro. Los aldeanos les preguntaron qué necesitaban y estos
le dicen que tenían hambre, haciendo reír a varios aldeanos. Luego de comer y
beber, los cazadores se van de la aldea a caballo y pensando a dónde ir, a
excepción de Aristeo, que decide ir al lugar que el monstruo indicó. Antes de
separarse, un anciano loco del pueblo les da un papel que hablaba sobre una
recompensa, por la famosa "Asesina de las cadenas". Los cazadores se miraron
entre si y todos sabían que la recompensa de 50.000 piezas de oro, era valioso.
--Bien
muchachos, vayamos a la ciudad Burgos –Dijo Fowler recargando su arma.
--Yo
esta vez no iré. Quiero cerrar mi pasado, así que vayan ustedes –Contestó
Aristeo.
--Tranquilo,
te guardaremos un poco de la recompensa –Dijo Fowler con una sonrisa de oreja a
oreja.
--Esta
bien –Dijo Aristeo con una sonrisa.
Aristeo
abraza a Gahiji y Fowler, quienes le desean suerte en su viaje y que lo
esperarían en la ciudad donde se encontraba la asesina. Aristeo sonríe y se
sube a su caballo. Así los cazadores se dividen y se alejan de la ciudad.
Aristeo estaba pensando si era real lo que el monstruo decía, pero a la vez
pensaba que no tenía nada que perder investigando si era real o no.
Alguien
entra a una habitación, con un mensaje importante.
--¿Te
siguieron?.
--No
mi señora.
--Bien.
¿A qué se debe tu visita Grill?.
--He
venido a informarle que los cazadores avanzan como desea el señor El, pero ese
hombre viene hacía acá.
--Déjalo
que venga Grill, quiero ver cómo esta ahora. Mi querido esposo…Aristeo.
--¿Traicionará
al amo El?.
--Si,
ya no quiero ser parte de esto.
--Esta
bien mi señora.
--Aunque
Aristeo me odie, debe saber por qué hice todo eso aquella noche.
--Lo
seguiré observando mi señora.
--Gracias
Grill.
Grill
sale de la habitación y desaparece, convirtiéndose en humo negro.
"Recompensa por el
deforme 30.000 piezas de oro"
Idea
para el personaje.