Clank, clank, clank. El sonido resonó.
El ligero choque de madera contra madera se mezclaba con el sonido de la
respiración humana.
"¡Hah!"
"¡Oh!"
En el jardín de la residencia de los Greyrat.
Allí, dos jóvenes se enfrentaban, con espadas de madera en mano.
Una era una chica con cabello color castaño.
Con su capa ondeando, blandía su espada de madera con toda la fuerza
centrífuga, golpeando con una agudeza que superaba su edad.
Una característica distintiva era su mano izquierda, que no sostenía la
espada.
Con esta mano ligeramente abierta, ocasionalmente golpeaba el aire. Esto
hacía que su cuerpo rebotara como una pelota golpeando una pared,
haciendo que sus movimientos fueran impredecibles.
Se movía ampliamente de lado a lado, a veces añadiendo variaciones
verticales, asestando golpes efectivos a su oponente con cada ataque. Sus
movimientos eran siempre cambiantes e impredecibles, pero de alguna
manera elegantes y hermosos.
Su oponente era un chico de cabello rojo.
Vestido con un atuendo de entrenamiento algo sucio, agarraba su espada de
madera con fuerza, sus movimientos eran un poco torpes en comparación
con la chica.
No usaba magia como la chica, confiando únicamente en su espada para
contraatacar.
A pesar de no usar magia, sus movimientos eran fuertes y firmes, bien
fundamentados, mientras bloqueaba la espada de madera de la chica y
lanzaba contraataques audaces.
Sus golpes, siguiendo las formas del Estilo del Dios de la Espada, eran
simples y honestos, fundamentalmente sólidos y más rápidos que los de la
chica.
Sin embargo, nunca lograba asestarle un golpe. Ella esquivaba o desviaba
sus ataques, respondiendo con un golpe ligero y preciso que explotaba su
apertura.
"Sí, eso es un punto."
"¡Aún no he terminado!"
La diferencia en sus habilidades era clara, pero el chico, sin desanimarse,
continuaba desafiando a la chica.
Tres más estaban sentados cerca, observando el combate con indiferencia.
Una chica de cabello azul y un chico de cabello verde estaban sentados uno
al lado del otro. Junto a ellos, estaba de pie un chico de cabello café oscuro.
Además, había un gran perro blanco. La chica de cabello azul enterraba su
rostro en el perro y estaba medio dormida. Probablemente no estaba
interesada.
La chica de cabello castaño y el chico de cabello rojo.
Su combate continuó por un tiempo hasta que la chica avanzó con agudeza.
"¡Hah!"
Con un grito agudo, ella bajó su espada de madera desde arriba, golpeando
la frente del chico.
¡Thud! Un sonido fuerte resonó.
"¡Ouch!"
El chico se agarró la frente, retorciéndose de dolor en el suelo.
Su frente se había abierto y sangre roja brillante goteaba hasta su barbilla.
"¡Ah! Lo siento. Me dejé llevar un poco."
La chica corrió hacia el chico y silenciosamente colocó su mano sobre su
frente. Una luz verde emanó de su mano, y la herida en la frente del chico se
curó rápidamente.
"Aaaaahh..."
El chico se tiró en el suelo después de recibir la magia curativa.
"Supongo que todavía no puedo vencer a Lucy."
"Bueno, eso no se puede evitar. Solo tienes diez años, Ars."
"Pero solo soy tres años menor que tú, Lucy..."
"Tres años es una gran diferencia. Además, Ars, ya eres mejor que Sieg."
Lucy y Ars.
Desde que regresaron del viaje a Millis, Ars se había vuelto aún más
dedicado a practicar la espada.
Su madre, Eris, enseñaba la espada a todos sus hijos por igual. Desde que
Ars se motivó, ella había estado ansiosa por enseñarle todo lo que sabía.
Con un talento excepcional y una educación privilegiada, Ars absorbía
rápidamente las enseñanzas de su madre y estaba creciendo de manera
constante como un espadachín habilidoso, pero aún no había logrado
resultados notables.
Así que Ars reunía a los niños para sesiones de entrenamiento secretas,
como esta.
Eris probablemente argumentaría que necesitaba más entrenamiento básico
en lugar de experiencia práctica, pero como un chico con la sangre de Eris,
solo blandir una espada era aburrido. Quería un oponente. Eris misma había
sido así a su edad, así que era natural.
"Hey, Lucy, eres realmente buena en eso de cambiar la dirección de tu
cuerpo soltando viento desde tu mano. ¿Aprendiste eso de Mamá Blanca?"
"No. Oí que Papá solía hacerlo, así que lo desarrollé por mi cuenta."
"¿Oh? ¿Así que Papá pelea así también?"
"Probablemente ya no. Dijo que solo hacía eso cuando era niño..."
"¿Debería intentarlo yo también?"
"Hmmm... bueno, en una pelea real con espadas reales, no sería lo
suficientemente poderoso. Creo que deberías centrarte en mejorar tu Estilo
del Dios de la Espada. Incluso yo no lo usaría fuera del entrenamiento.
Después de todo, soy una maga."
"¡Pero es tan genial! Incluso Clive elogió tu manejo de espada mágico antes,
¿no es así, Lucy?"
"Hmm..."
Lucy fingía desinterés, pero sus ojos seguían mirando al chico de cabello
café oscuro que los observaba. El chico, llamado Clive, hablaba
amigablemente con Sieg, que estaba sentado a su lado. Clive, un pariente,
ocasionalmente se unía a estas sesiones de entrenamiento secretas con los
otros niños.
Por eso Lucy llevaba su capa favorita sobre su ropa de entrenamiento y
usaba magia para hacerla ondear, en lugar de depender únicamente de la
espada. Ella quería emular a un hada del viento.
Inspirada por un cuento de hadas que su padre le contó una vez, se
imaginaba a sí misma como Sylph, uno de los cuatro grandes espíritus.
Sylph tenía el cabello verde, siempre estaba envuelta en viento y danzaba
graciosamente en el aire, era un espíritu hermoso.
Aunque sus amigos de la escuela nunca habían oído hablar de Sylph, y ni
siquiera los maestros estaba familiarizado con el nombre, y a pesar de no
encontrar ninguna referencia en la biblioteca, Lucy creía firmemente en la
existencia de Sylph hasta que descubrió que era tan imaginaria como
Cheddar Man.
A pesar del shock de descubrir que Sylph era un personaje ficticio, Lucy
todavía idolatraba al hada del viento.
Querer ser vista de esa manera por un chico que le gustaba era una parte
natural de su corazón de niña.
"De todas formas, ¡pechadas! El perdedor tiene que hacerlas, ¿recuerdas?"
"Sí, sí..."
Ars se puso en posición de pechada justo delante de Lucy y comenzó a
contar en voz alta mientras ejercitaba.
En este campo de entrenamiento secreto de los niños, el perdedor tenía que
realizar ejercicios básicos de entrenamiento.
"Vamos, Lara, ¡te toca a ti! ¡Date prisa!"
Normalmente, el siguiente oponente daría un paso al frente durante este
tiempo...
"...Ya he hecho cinco rondas. Tomemos un descanso,"
Lara estaba desplomada contra Leo, claramente desinteresada en participar.
Al menos esta vez no estaba fingiendo estar dormida.
Lara era bastante hábil como maga y luchaba de una manera astuta y
engañosa, siempre un paso adelante de sus oponentes. Sin embargo, no está
muy entusiasmada con el manejo de la espada. Tal vez no le guste tanto la
actividad física.
No, cuando está haciendo travesuras, es rápida y ágil, por lo que
probablemente solamente no es buena con la espada.
A pesar de su desgana, todavía se unía a estas sesiones de entrenamiento.
Tal vez tenía sus razones.
"¿Y Sieg?"
"Sí, creo que yo también pasaré..."
Sieg todavía tiene solo ocho años y tiene la tasa de victorias más baja entre
los cuatro. Sin embargo, su fuerza física es notable para su edad, y hubo
momentos en que dominaba a Ars durante un combate de espadas.
Además, su estilo de lucha es algo diferente al de Lucy o Ars. Aunque
también usa principalmente la espada como Ars, hay movimientos que
claramente no fueron enseñados por Eris mezclados en su estilo.
...No es que los otros tres no supieran de quién Sieg había estado
aprendiendo el manejo de la espada.
"Está bien, tomemos un descanso," dijo Lucy mientras se sentaba junto a
Ars, que aún estaba haciendo pechadas.
Se sentía un poco avergonzada de acercarse a Clive. Estaba en esa edad,
después de todo.
Además, Clive actualmente estaba hablando con Sieg. No podía decir de qué
estaban hablando, pero Clive, a pesar de su edad, era muy conocedor y
siempre tenía cosas interesantes que decir.
Probablemente estaba hablando sobre un libro que había leído
recientemente, entreteniendo a Sieg.
"Oye, Lucy," dijo Ars en voz baja mientras continuaba con sus flexiones.
"¿Qué vas a hacer después de graduarte?"
Lucy respondió casualmente, "Ir a la siguiente escuela."
"Cuando me gradúe de la Universidad Mágica de Ranoa, Papá dijo que me
inscribiría en la Academia Real del Reino de Asura. No sé por qué tengo que
ir allí, pero probablemente porque somos parte de la nobleza de Asura, y
necesito aprender sobre ser noble o algo así..."
"No, me refiero a después de eso," aclaró Ars.
En respuesta a las palabras de Ars, Lucy lo miró.
Él estaba mirando al suelo mientras hacía sus pechadas.
"Ars, se supone que debes heredar la posición de Papá, ¿verdad?"
"No lo sé, pero Mamá sigue diciendo eso."
Principalmente era Eris quien lo decía.
Ocasionalmente, ella declaraba: "¡Ars es el heredero!" y así se había decidido
en la casa de los Greyrat que Ars sería el heredero. Ni Sylphie ni Roxy
parecían tener objeciones particulares.
Sin embargo, aunque lo llamaban el heredero, él realmente no sabía qué
significaba eso. ¿Trabajaría para Orsted como Rudeus?
"No puedes simplemente decir que no lo sabes. Ars, todos esperan que seas
el heredero. Lara parece tener un papel importante también, así que ambos
necesitan estar más motivados."
"Si ese es el caso, ¿por qué no te haces cargo tú, Lucy? Eres mejor en la
espada y magia que cualquiera de nosotros."
"Pero... quiero decir, nadie espera nada de mí..."
"Eso no es cierto, ¿o sí?" a Ars se le salieron esas palabras.
"¡SÍ, LO ES!" gritó ella.
"¡Nunca he escuchado a Papá decir que espera algo de mí, o que tiene
esperanzas en mi futuro o algo así! ¡Incluso en mi cumpleaños, a diferencia
de ustedes que reciben espadas y báculos, yo…!"
No sólo Ars, sino los otros tres que estaban a una distancia también miraron
a Lucy con los ojos bien abiertos.
Lucy de repente se sintió avergonzada y patética.
¿Qué estaba haciendo, diciéndole todo esto a su hermano, que era tres años
menor?
La razón por la que Papá no esperaba nada de ella era porque no había
puesto suficiente esfuerzo...
"…!"
Las lágrimas brotaron en las esquinas de los ojos de Lucy.
Aunque llorar no cambiaría nada, las lágrimas comenzaron a caer.
Todavía no podía entender por qué Papá no esperaba nada de ella.
Había hecho todo lo posible tanto en la espada como en la magia.
Consistentemente obtenía buenas calificaciones en la escuela. Pensaba que
había sido una hermana mayor adecuada.
Pero Papá nunca le había dicho lo que quería de ella o cómo quería que
fuera. Simplemente la alejaba, diciéndole que viviera su vida como quisiera
y que no importaba que fuera la hija mayor.
"No es como si Papá hubiera dicho que espera algo de mí tampoco..."
Mientras Ars decía esto, miraba nerviosamente a su alrededor.
Para Ars, su hermana mayor, Lucy, siempre había parecido perfecta.
Al menos, entre Ars y sus hermanos, Lucy era la más destacada.
Siendo tres años mayor, parecía extrañamente madura.
Cuando Ars cumplió la misma edad que Lucy había tenido, no podía hacer lo
que ella había hecho, ni podía decir que cuidaba a sus hermanas menores,
Lily y Chris, como ella lo hacía.
Ars no podía pensar en ninguna área donde superará a Lucy, excepto quizás
en la espada. Y aun en eso, no podía vencerla en un combate simulado
donde se involucrará la magia.
Si no se esperaba nada especial de Lucy, entonces no se esperaba nada de
ninguno de los niños.
Si Papá no tenía expectativas para Lucy, entonces ciertamente no las tenía
para Ars tampoco.
Después de todo, Papá nunca le había dicho a Ars que quería que él se
hiciera cargo.
Los únicos que decían esas cosas eran Mamá Roja y Aisha, y las otras mamás
no lo negaban particularmente, así que él simplemente pensaba que así
sería. Ser el hijo mayor significaba convertirse en el sucesor; así era con los
nobles de Asura.
"Um... Lucy..."
Si hubiera sido el Ars de siempre, habría respondido fuertemente después
de escuchar algo así. Se habría enfadado en el acto o, si no, habría guardado
su enojo en silencio.
Así era Ars.
Pero esta era la primera vez que Lucy decía algo así. No tenía memoria de
que ella alguna vez estuviera tan molesta.
Incluso cuando se enfadaba con Lara por hacer travesuras, Lucy la regañaba
de una manera más compuesta, sin levantar nunca la voz.
Sí, Lucy siempre había sido la hermana mayor perfecta.
Nunca dejaba que sus emociones se mostrarán de esta manera, nunca hacía
nada mal, nunca se quejaba ni lamentaba; era una hermana mayor tranquila
y compuesta.
Así que, en lugar de sentirse enfadado, Ars se sintió confundido.
No sabía qué decir en respuesta.
Si hubiera sido Lara o Sieg, con quienes a veces discutía, podría haber
encontrado algo que decir, pero...
"Lucy, ¿estás bien?"
De repente, Clive, que se había movido para sentarse junto a Lucy sin que
Ars se diera cuenta, habló.
"..."
Este chico, un año mayor que Ars, era maduro para su edad.
Era serio, tenía buenas calificaciones, era amable y bien educado, pero
podía ser estricto con los estudiantes más jóvenes. Parecía mucho más
adulto que Lara, que tenía la misma edad que él.
"Todos sabemos lo mucho que trabajas, Lucy."
"...Sí."
Clive abrazó a Lucy acariciando suavemente su cabeza.
"Vamos a disculparnos con Ars más tarde, ¿de acuerdo?"
"...Sí... no, me disculparé ahora."
Lucy sollozó e inclinó la cabeza, mientras Ars seguía congelado en su
posición de pechada.
"Lo siento, Ars. Fui cruel contigo."
"No, está bien, um... yo también lo siento..."
Ars se disculpó también.
No estaba exactamente seguro de qué había hecho mal, pero recordaba que
alguien le había dicho que cuando haces llorar a una chica, debes
disculparte sin importar qué. Ya fuera Mamá Azul, Mamá Blanca o Aisha
quien le dijo eso, no podía recordarlo bien.
Bueno, de todos modos, no debería haber preguntado sobre lo que planeaba
hacer después de graduarse de la escuela.
Pero él quería saber.
Él quería escuchar lo que su perfecta hermana mayor pensaba sobre su
futuro.
Y quizás, había esperado obtener alguna pista de entendimiento al escuchar
la hermosa respuesta de su perfecta hermana.
Nunca esperó que le gritara de esa manera.
"Lo siento, Ars. Voy a llevar a Lucy de regreso a la casa."
"Oh... está bien. Lo entiendo."
Con eso, Clive rodeó con su brazo los hombros de Lucy y la condujo dentro
de la casa. Ars no pudo decir nada. Simplemente se quedó sorprendido.
Como para reemplazar a Lucy y Clive, Lara y Sieg se acercaron, luciendo
preocupados, con Leo a su lado.
"Me sorprendió," dijo Lara.
"Sí, no sabía que Lucy podía enojarse tanto," agregó Sieg.
Ars, sintiéndose un poco más calmado después de escuchar a sus hermanos
menores, asintió.
"¿Cómo puedo decirlo?... Parece que incluso Lucy tiene sus propias
preocupaciones..."
Siempre había pensado que Lucy era perfecta y que nunca se preocupaba
por nada, pero no era así.
"Lucy, ¿eh?" respondió Lara, abriendo la boca para hablar.
Aunque a menudo no estaba claro lo que pasaba por la mente de Lara, a
veces decía cosas agudas.
Ars, sin querer perderse nada importante, escuchó atentamente.
"Definitivamente se va a casar con Clive."
Sin embargo, ese fue el comentario inesperado que salió de su boca.
"Bueno, sí..."
Ars asintió, sintiéndose decepcionado. Lara a menudo te hace pensar que va
a decir algo importante, luego dice algo completamente fuera de lugar.
Era como si a ella le importaran cosas diferentes a las de Ars y los demás,
casi como si estuviera fuera de sintonía.
"Pero no estoy hablando de eso..."
"Clive es un hijo único, así que cuando se casen, Lucy vivirá en Millis."
Pero esta vez, parecía diferente.
Aunque empezó de manera extraña, la dirección de la conversación tenía
sentido, y Ars entendió rápidamente el punto.
"¿Se va a ir de casa y se va a casar?"
"Sí."
La familia Grimoire, la familia de Clive, era cercana a la suya, ya que son
parientes.
Aunque no tenía mucho sentido en este momento, los aristócratas a menudo
casaban a sus hijos para fortalecer los lazos entre familias. Por lo tanto, no
sería sorprendente si ya hubiera un acuerdo detrás de escena para que Lucy
y Clive se casaran.
En otras palabras, estaban comprometidos.
"¿Acaso a Lucy no le gusta esa idea...?"
"No parece importarle," concluyó Lara.
"A Lucy le gusta Clive, ¿eh...? entonces, ¿por qué se enfadó tanto?"
"El corazón de una doncella es complicado."
Ars realmente no entendía.
Lucy parecía tener claramente alguna insatisfacción.
Incluso parecía que creía que ella debería ser la legítima heredera de la
familia Greyrat.
Ars también sentía que, si Lucy llegará a ser la heredera, sería lo adecuado.
Tal vez se sentía así porque era dolorosamente consciente de su propia
inmadurez...
De todos modos, decidió preguntarle a Aisha sobre eso más tarde.
Queriendo cambiar un poco el tema, se dirigió a Lara con una pregunta.
"¿Y tú, Lara? ¿Cuáles son tus planes para el futuro?"
"Voy a casarme con un hombre capaz que haga toda la limpieza, la
lavandería y la cocina, y pasaré mis días holgazaneando."
"Matrimonio... ¿tienes un prometido o algo?"
"No."
"¿Eh? ¿Qué...?"
Quería preguntar quién haría todo eso por ella, pero se contuvo.
Lara siempre había dicho cosas extrañas.
"Pero eventualmente encontraré a alguien."
"Ya veo. Espero que lo hagas. ¿Y tú, Sieg?"
La conversación con su problemática hermana se estaba volviendo
realmente problemática, así que se dirigió a su hermano.
Sieg miraba intensamente la espada de madera en su mano.
"Voy a ser el espadachín más fuerte del mundo."
Su respuesta era aún más descabellada que la de su hermana.
"Me convertiré en el más fuerte y protegeré la paz mundial."
A su hermano le gustaba Cheddar Man y los cuentos heroicos del Dios del
Norte.
Así que no era extraño que dijera eso, pero Ars estaba tratando de tener una
conversación seria, no de entretener sueños infantiles.
Suspirando, dijo, "¿Convertirte en el más fuerte? Primero deberías
vencerme antes de decir eso."
"Te venceré algún día."
"¿Cuándo será 'algún día'?"
"¡Algún día!"
"Cuando quieras, pero solo puedes llamarte el más fuerte después de
vencerme."
Cuando Ars dijo eso, Sieg hizo un puchero e infló las mejillas.
Ars todavía no sentía que perdería contra Sieg, pero Sieg se estaba
volviendo más fuerte día a día.
Podría realmente perder contra él en la espada algún día.
En este momento, podría parecer algo lejano, pero tal vez en el futuro no lo
sería.
Si lo piensas de esa manera, podría ser realmente un sueño serio.
...Bueno, vencer solo a Ars no lo convertiría en el más fuerte del mundo.
Había muchos espadachines increíblemente fuertes por ahí.
"Ars, ¿no quieres ser el heredero de la familia?"
De repente, Sieg preguntó eso.
Ars hizo un puchero y murmuró suavemente.
"No lo sé..."
El heredero de la familia Greyrat.
...No entendía muy bien qué significaba eso. Si era bueno o malo.
Sin embargo, la conversación le dio una visión desde un ángulo diferente.
La familia Greyrat era vasalla del Dios Dragón Orsted, pero también tenía el
aspecto de ser una rama de la nobleza del Reino de Asura. Heredar la familia
probablemente significaba interactuar con otros nobles también.
Esta idea encajaba con la charla sobre no solo ir a la Universidad de Magia
de Ranoa, sino también asistir a la Academia en el Reino de Asura.
"...Hmm."
¿Qué hacía exactamente un noble? Probablemente lo aprendería en la
Academia, pero en este momento, ni siquiera entendía eso.
Había escuchado que las conexiones entre familias eran importantes, así
que, pensando en eso, podría terminar casándose con alguien que no
conocía.
"...Eso no me gusta."
Incluso Ars tenía preferencias en las mujeres. De hecho, aunque le daba
vergüenza admitirlo, había alguien que le gustaba.
Pero si las cosas ya estaban decididas, no podía simplemente hacer una
rabieta y decir que no lo quería.
Si hacía algo así, Lucy seguramente se enfadaría.
Probablemente diría, "Yo lo estoy soportando, así que ¿cuál es tu problema,
Ars?"
Al menos, si Ars no intentaba abordar la idea de ser el heredero con una
actitud positiva, Lucy tampoco se sentiría bien al respecto. Ars no quería
que su hermana lo despreciara.
Sin embargo, no sabía qué hacer ni por dónde empezar.
Tal vez Aisha podría decirle, pero desde que cumplió diez años, Aisha había
dejado de darle respuestas directamente. Solo le daba pistas y le decía que
pensara por sí mismo.
Pero Ars no era bueno pensando por sí mismo.
Después de ir a Millis, había reflexionado sobre muchas cosas e intentado
pensar más profundamente sobre ellas, pero aún le costaba encontrar las
respuestas correctas. A menudo pensaba en resolver problemas usando solo
la espada o la magia.
"..."
Ars miró sus propias manos.
La magia que usaba Lucy era muy hermosa y hábil.
Era una simple magia de viento, pero su efecto era sobresaliente. Sus
movimientos eran fluidos y fuertes.
Sí Ars pudiera usar eso, seguramente se volvería más fuerte también.
"Está bien."
Todavía no sabía exactamente qué debería hacer, pero por ahora, intentaría
imitar eso.
Con ese pensamiento, Ars se puso de pie, agarrando su espada.