Parte I: entrando al Purgatorium.
Desperté en un lugar extraño, sombrío, entre blanco opaco y con una superficie similar a la que sentí cuando me desmaye; me levante lentamente y observe por un momento aquel sitio en el que acababa de aparecer; me estremecí, ya que no había frio, era cálido y a la vez… nostálgico.
Pacha: Hola Syurpriz. Veo que al fin lograste desvincularte de esa vida tan mediocre que solías vivir, me alegro volver a verte.
Syurpriz: ¿qui-quién eres? ¿qu-que hago aquí exactamente?
Pacha: Pues, acabas de morir ¿no? Si es así es algo obvio que estas en el purgatorio.
Syurpriz: ¡¿purgatorio?! ¿no que cuando mueres te vas al…?
Pacha: ¿al cielo? Tu ni ningún humano podrían volver al edén, aunque quisieran, ¿al infierno? Aún no sabemos qué clase de pecados has cometido estando viva, así que te daremos una misión, para corroborar la razón por la que acabas de morir.
Estaba confundida, no supe que decir ni que hacer, además de que ¿no lograre ir al cielo? ¿estoy aprueba? Lo que significaban esas palabras, eran un misterio, un acertijo enredado en el que yo no estaba dispuesto a entrar, quisiera o no las respuestas, no estaría perdiendo el tiempo intentado descifrar ese crucigrama psicótico en el que estaba envuelto. Más tarde ella agrego lo siguiente:
Pacha: Así como te ves… no creo poder dejarte entrar, no es que haya clasismo en el reino, pero-
Syurpriz: ¿reino? ¿aquí estamos en la era medieval?
Pacha: Más o menos, supongo que así se les dice en tu mundo o reino terrenal.
Syurpriz: Entiendo, bueno y ¿qué tengo que hacer? Supondré que no me dejarás entrar, así como si nada.
Pacha: De hecho, esa era la idea -revisa su libreta- pero como no moriste en paz, pues tendré que encargarte esto -le entrega un paquete- llévalo a la Antei-yu.
Syurpriz: ¿" Antei-yu"? ¿es como un hotel o algo a…?
Pacha: Es un gremio.
Syurpriz: Ah -queda sumido en sí mismo-.
Pacha: En fin, ve.
No sabía si tenía que despedirme de ella o no, pues la verdad aún seguía sorprendido y sumido en un millón de preguntas sobre el porqué de esta situación… pero no me serviría de nada estar en una paradoja de ese tipo en estos momentos; tenía que descubrir cómo morí y por qué morí de aquella forma.
Después de esa conversación tan extrañamente típica de cualquier personaje de videojuego medieval, la puerta que estaba a mis espaldas se abrió y la chica me miró con asombro:
Pacha: No se te hará difícil guiarte en la ciudad que estarás, solo pregunta por mí y te irá bien.
Syurpriz: Pero como pregunto por ti si no me sé tú-
Pacha: Me llamo Pacha.
Syurpriz: Ah -se sorprende- está bien, ¿Y qué pasa si muero?
Pacha: Pos… en general lo único que te puede asesinar allá son los cuervos u otra parca, pero si llegaras a morir… volverías aquí como si fuera un "reset".
Syurpriz: Entiendo.
Luego de eso, crucé una puerta extraña que, según Pacha, me llevaría al Reino y me guiaría al gremio o algo así. Me conto antes de irme, que debía tener cuidado ya que en el lugar que iba a ir, estaba en guerra; no me quiso contar mucho pero quizás lo averigüe estando allá.
Extrañamente sentí alivio al saber que estaba muerto, y que aun así le era útil a alguien… ya que en vida no le fui de útil a nadie… ni a mi propia familia, ni a mis amigos, ni a nadie…
Pero bueno, al menos ya estaba en un lugar en el cual me podría sentir vivo y libre.