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Después del desayuno, Hanchen fue a la compañía a trabajar y Wen Shan fue a encontrarse con un amigo.
Xia Fanxing era la única que tenía el día libre hoy.
Pero no estaba ociosa, después de estar ocupada en la cocina un rato, llevó los pasteles que había hecho y fue a visitar a su abuela al hospital.
Su abuela había estado enferma por casi medio mes, y eso realmente la preocupaba.
Ella preguntó al médico, quien dijo que era solo una enfermedad de la vejez y debería mejorar con algo de cuidado.
Al llegar a la sala, Deng Cuiping estaba leyendo un libro.
Sonriendo, Xia Fanxing se acercó:
—Abuela, te hice unos pasteles. Por favor, prueba un poco.
En cuanto vio que era Xia Fanxing quien había llegado, Deng Cuiping dejó el libro a un lado y dijo felizmente:
—Oh sí, justo estaba sintiendo un poco de hambre y aquí estás. Realmente eres el pequeño abrigo acolchado considerado de la abuela.
Xia Fanxing, al ver a Deng Cuiping comer felizmente, se sintió alegre ella misma.
