—¿Arrepentimiento? ¡Espero que no seas tú quien se arrepienta de esto! —Qin Jiang estaba lleno de intenciones asesinas.
Zhao Yuefei vio la tensión escalando entre los dos hombres y rápidamente corrió entre ellos para intervenir.
—¡Espera! —Zhao Yuefei le hizo una señal negativa con la cabeza a Qin Jiang, sus ojos llenos de súplica. Ella estaba bien consciente de la posición de Ye Longchen como el segundo al mando de la Oficina de Artes Marciales y que sus habilidades marciales eran extremadamente formidables.
No quería que Qin Jiang sufriera ningún daño ¡y no podía permitir que se enfrentaran!
—¡Ye Longchen, yo sé lo que estás tramando! —Zhao Yuefei lo miró fríamente—, asesinas para silenciar a los demás, manipulas a Chu Tianjiao como a un títere, todo para monopolizar la poción. Para desviar las sospechas, incluso estás dispuesto a hacer que Qin Jiang cargue con la culpa por ti!
