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Long Fei echó un vistazo a Yan Qingshan y a los otros miembros de la Familia Yan y dijo con indiferencia —Hoy insisto en ser temerario. ¿Qué pueden hacerme?
Una vena apareció en la frente de los miembros de la Familia Yan, surgiendo dentro de ellos un impulso de despedazarlo.
¡Le dieron una pulgada y realmente se atrevió a tomar una milla!
La Familia Yan había sido establecida por más de mil años, nunca antes habiendo sufrido tal humillación.
La expresión de Yan Qingshan se volvió feroz mientras gritaba enfurecido —Muchacho, ¿realmente piensas que nadie puede controlarte?
Long Fei, con las manos detrás de la espalda, curvó sus labios en una ligera sonrisa y dijo —Todo en lo que confían es en el prestigio de su Ancestro de la Familia Yan. ¡Dejen que hable él! Este es un pleito de sangre, solucionable solo con vida o muerte.
—¡Canalla, cómo te atreves a faltarle el respeto a nuestro Ancestro de la Familia Yan!
