Nie Jinghong, con los ojos llenos de ira, bramó:
—¡Si no vengo esto, nunca volveré a ser hombre!
De repente, el bastón de madera de sophora en su mano se enterró en la tierra para escapar, y su cuerpo físico explotó abruptamente en una niebla de sangre, levantando una onda de choque que se dirigió directamente hacia Chu Feng.
Chu Feng sacudió su lanza larga y con un sonido estruendoso, disipó la onda de choque, frunciendo el ceño ante el bastón de madera de sophora que escapaba.
Long Fei y Wang Xiaoya también se sorprendieron, sin esperar que Nie Jinghong tuviera tal movimiento bajo la manga.
Entre la multitud, un cultivador que conocía la historia interna gritó:
—Esta es la Técnica de Transplante de la Familia Nie, su cuerpo físico puede morir, pero su espíritu puede aferrarse al artefacto mágico y escapar.
—Es cierto, también he oído a los ancianos del líder del clan mencionarlo. Nunca pensé que tal técnica de cultivación pudiera ser real.