—Durante todo un día, Long Fei meditó en su oficina.
Aparte de su cuerpo ocupado en el Refinamiento de Qi, su Mar Divino también estaba comprendiendo las Reglas de Alquimia.
Ahora su cuerpo físico y el Mar Divino podían funcionar de manera independiente, cada uno enfocado en sus respectivas tareas.
Se sentía como si su conciencia se estuviera desprendiendo de su forma física, misteriosa y profunda, y bastante maravillosa.
Recientemente, su poder espiritual había aumentado, y ahora estaba listo para intentar refinar algunas píldoras de bajo nivel.
Con píldoras, la velocidad de cultivo sería aún más rápida.
Durante el almuerzo, Bai Xiaochun trajo comidas en cajas para Long Fei y Lin Yingying, actuando como si estuviera preocupada por algo, hablando menos de lo habitual.
Lin Yingying no pudo evitar mirarla un rato, queriendo preguntarle varias veces qué tenía en mente, pero al final, se contuvo.