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Los platos fueron servidos rápidamente, ya que el restaurante de té era famoso por su velocidad.
Después de pasar el día de compras, Long Fei y Lin Yingying estaban verdaderamente famélicos.
Devoraron todo en la mesa en solo unos bocados, sintiéndose como si no hubieran comido nada.
Long Fei agarró el menú y simplemente ordenó un poco de cada artículo, probando todas las deliciosas ofertas del restaurante.
Bollos de piña, bollos de hueva de cangrejo, arroz con chuleta de cerdo, pasteles de huevo, rollos de arroz, pollo escalfado, cangrejo frito picante y fideos con carne de res.
Ya fuera salteado, estofado, hervido o al vapor, los dos comieron con gran placer.
La mesa pronto se llenó de vapores y platos, y los dos comieron tanto como normalmente lo haría un grupo de clientes.
Después de terminar su comida, Lin Yingying se palmeó la barriga y dejó escapar un eructo de satisfacción, sonriendo avergonzada a Long Fei.
