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Los aldeanos fuera de la tienda no tenían idea de lo que estaba sucediendo dentro; solo vieron al llamado sofisticado maestro rodar de repente hacia afuera y apresuradamente meterse en un coche, instando al conductor a alejarse lo más rápido posible.
Siguiendo a Long Fei y a Lin Yingying, que salieron con su abuelo, Long Santai, todos regresaron a casa.
Los oficiales fueron los últimos en irse, dispersándose al llamado del jefe de la aldea y dirigiéndose temporalmente a la casa de huéspedes del municipio en sus coches.
Al no haber más emociones para observar, los aldeanos también se dispersaron, dirigiéndose en grupos a la casa de Long Santai.
Se había corrido la voz de que Long Fei había hecho fortuna en la ciudad, se había casado con una dama bella y rica, e incluso estaba preparando un banquete esa noche para agasajar a todos.
Los aldeanos estaban extasiados; el joven que una vez les había causado tantos problemas finalmente estaba retribuyendo.
