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La mesa de mahjong era de palisandro; no era automática, así que tenías que barajar las fichas tú mismo.
Una manta estaba extendida encima, cubriendo sus piernas.
Lin Shanshan estaba haciendo travesuras debajo, pero la gente de arriba no podía detectarlo.
Long Fei siempre mantuvo su distancia de esta pequeña tía. Con solo un entrecerrar de sus ojos, él sabía lo que estaba tramando.
Sus pequeños pies eran suaves y tersos. Ella estaba señalizando incluso antes de que el juego empezara, claramente con la intención de que él hiciera trampa.
Probablemente preocupada de que él no entendiera, la pequeña tía incluso le recordó especialmente:
—Cuñado, asegúrate de jugar bien. ¡No dejes que gane por error, quiero ganar con mi propia jugada!
Long Fei tenía un dolor de cabeza; ella quería ganar con su propia jugada, ¿qué significaba involucrarlo a él?
Lin Guodong se rió:
—¡Con tu nivel de juego, quieres ganar con tu propia jugada? ¡Prepárate para perder dinero!
