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An Taiyan dio un sorbo de té, calmó sus emociones y miró a Long Fei con satisfacción:
— Efectivamente, mi nieta nunca se casaría con un falso diablo extranjero. Me gusta este yerno mío.
El rostro de Zhang Yang se volvió instantáneamente verde. Miró a An Xiaoke, algo sorprendido:
— Pequeña Ke, ¿es cierto todo lo que él ha dicho?
An Xiaoke no quería enredarse con él y decididamente usó a Long Fei para hacerle desistir:
— Sí, él es mi novio. Lo amo mucho, así que por favor deja de albergar cualquier pensamiento sobre mí. Tú eres mi profesor, y yo soy tu estudiante, eso es todo.
Mientras hablaba, se inclinó deliberadamente hacia Long Fei, fingiendo intimidad.
La mano de Long Fei originalmente estaba sobre su hombro. Cuando ella se movió, se deslizó hacia adelante, y Long Fei rápidamente la movió a un lado como si estuviera electrocutado.
Esta chica, aunque no parecía mucho,
