Lin Yingying y Lin Shanshan fruncieron el ceño, preguntándose por qué Long Fei había llamado al perro.
La habitación estaba hecha un desastre, con una cosa sobre el sofá aquí y otra allá; seguramente este perro no podría haber sido el que causó el caos, ¿verdad?
¡Por su tamaño, no podría haber movido el sofá!
Ambas mujeres miraron a Long Fei, solo para verlo resoplar al Perro Calvo y decir:
—Vamos a dejar las cosas en claro hoy. Qué pasó aquí, dilo todo. De lo contrario, no me culpes por exorcizar demonios y proteger el camino.
Lin Yingying y Lin Shanshan tenían una cara de total incredulidad, pensando que este tipo realmente debe estar loco, hablando sin sentido a un perro.
Perro Calvo vio la cara seria de Long Fei, con toda seriedad.
Ahora gravemente herido, no podría ganar una pelea y solo pudo inclinar su cabeza en sumisión, murmurando:
—Está bien, lo admito, armé un desastre con las cosas de la casa.