Después de que el barco atracó, las tarjetas de Chu Feng y Lin Yingying tenían mil millones y dos mil millones adicionales, respectivamente.
El gerente que les transfirió el dinero también les sostuvo las manos y les agradeció sin cesar.
Si no fuera por Long Fei, habrían perdido cinco o seis mil millones la noche anterior.
Al final, Long Fei cambió la situación con dos golpes, no solo permitiéndoles recuperar su inversión sino también asegurando una ganancia de más de mil millones.
¿Cómo no iba a estar feliz el gerente? Incluso les dio estatus de VIP, invitándoles a venir y jugar cuando quisieran.
En el coche, Lin Yingying conducía.
Long Fei y Chu Feng estaban sentados atrás, y ella, al mirarlos en el retrovisor, no pudo evitar estremecerse de disgusto.
En efecto, estos dos definitivamente no eran normales.
Long Fei no recordaba mucho sobre los eventos de la noche anterior, solo que había luchado con Markus.