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Long Fei la miró, atónito por un momento, ya que había planeado retrasar su confesión, pero Wang Xiaoya inesperadamente sacó el tema antes de tiempo.
Él solo pudo armarse de valor y decir:
—Little Ya, me gustas, y estaba planeando confesarte. Solo que todavía no es el momento adecuado, necesito resolver algo antes de poder darte una respuesta. De lo contrario, no sería justo para ti, ¡y no estaría siendo responsable!
Wang Xiaoya frunció el ceño y dijo:
—¿Tienes novia? ¿Estás jugando a dos puntas?
Long Fei negó con la cabeza y explicó rápidamente:
—No, no es lo que piensas. El asunto es simple, pero a la vez complicado. ¿Puedes confiar en mí? Dame algo de tiempo, y te daré un resultado.
—Está bien, te confiaré esta vez —Wang Xiaoya apretó sus labios mientras lo miraba, contenta de finalmente obtener una respuesta directa de él.
Cuando Long Fei dijo esas palabras, «me gustas»,
el corazón de Wang Xiaoya se llenó de alegría, dulce como si hubiera probado miel.