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—¡En verdad eres culpable! —se burló Guo Yi—. Elegiste a las personas equivocadas en quien confiar, hiciste nombramientos imprudentes. Ve a casa y reflexiona a puertas cerradas por tres días.
—¡Sí, sí! —suspiró aliviado Xu Zhenlei.
Lo que siguió fueron los asuntos familiares de los Liangs. Liang Wenqing fue impulsado por todos a la posición de Jefe de Familia, convirtiéndose en el Presidente y Gerente General del Grupo Liangcheng con control sobre los derechos de agencia del Agua de Rejuvenecimiento. Por un tiempo, todos en el hogar de los Liang tenían en alta estima a Liang Wenqing.
La emoción finalmente se había asentado.
El anciano patriarca se sentía mal y regresó a su habitación a descansar. Liang Minghui y su esposa también abandonaron la villa del antiguo Jefe de Familia. El resto de los invitados se dispersaron también, dejando solo a Liang Wenqing y sus hermanos en el salón, con Guo Yi sentado en el sofá, aparentando una sabiduría más allá de sus años.
