Al lado, Liu Ruyan estaba extremadamente ansiosa, temiendo que Guo Yi enfureciera a Jack. Quería avanzar varias veces para detenerlo, pero Li Mubai la sujetó firmemente.
—No vayas —dijo Li Mubai—. ¿Este chico cree que es tan genial? Deja que sea humillado por sus propios actos.
—Pero... —La cara de Liu Ruyan estaba llena de urgencia.
—¡No temas! —Li Mubai negó con la cabeza y dijo—. Esto es un duelo médico. Las disputas son inevitables.
Liu Ruyan se calmó.
—Decir que eres un flagelo es quedarse corto —se burló Guo Yi.
—¡Tú! —El rostro de Jack se puso verde y luego blanco de ira. Apretando los dientes, dijo:
— Si eres tan capaz, ¡hazlo tú!
Fue la primera vez en su vida que Jack pronunció tales palabras, llevado al extremo por Guo Yi.
—Si yo hago un movimiento, la cura seguirá —dijo Guo Yi con aires de arrogancia.
Para él, este tipo de enfermedad era trivial.
Sin embargo, las palabras de Guo Yi dejaron a todos en la escena asombrados.