Los Lius.
La celebración continuó, y cuando todos vieron regresar a Guo Yi, la atmósfera se congeló instantáneamente.
Liu Wenyun visiblemente se sobresaltó al ver a Guo Yi, su expresión ligeramente incómoda. Sin embargo, se armó de valor y se acercó a Guo Yi, diciendo con una sonrisa —Pequeño Yi... has traído gran honor a nuestra familia Liu.
—¡En efecto! —Liu Qingyun no quería quedarse atrás.
Después de todo, el trasfondo de Guo Yi era demasiado significativo, su respaldo demasiado fuerte. Incluso los Duan lo cortejaban tan fervientemente. Uno podía imaginar las implicaciones extraordinarias. Si pudieran usar a Guo Yi para aferrarse a las faldas de la familia Duan, el futuro de la familia Liu sería ilimitado.
Liu Qingyun llevaba una sonrisa aduladora —Pequeño Yi, debes estar exhausto. Ven, siéntate y déjame servirte una taza de té.
—Te conseguiré un poco de fruta —Liu Wenyun tomó apresuradamente las frutas peladas del plato de frutas.
Guo Yi se sentó a un lado.
