Su velocidad era increíblemente rápida, y sus movimientos eran ágiles y feroces, además sus ataques de esgrima eran particularmente astutos.
—¡Ese chico probablemente lo está pasando mal!
—¡Si puede siquiera resistir este movimiento es incierto!
Varios competidores profesionales comentaron desde la línea de banda, su tono afirmaba su certeza. Los movimientos de Liu Dajún eran extremadamente rápidos, y su velocidad también era destacable. Cumplía totalmente con todos los estándares de un esgrimista, incluso haciendo que algunos profesionales se sintieran inferiores.
—¡Pequeño Yi! —exclamó Liu Qian en shock—. ¡Ten cuidado!
El rostro de Liu Dajún reveló un atisbo de ferocidad mientras decía:
—Chico, hoy o morirás o perderás una capa de piel.
El florete de esgrima de Liu Dajún tembló.
¡Crack!
El filo de la espada tembló, emitiendo intensas fluctuaciones, retorciéndose como una serpiente de agua.
La boca de Liu Dajún se curvó en una sonrisa, pensando para sí mismo: