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Mientras tanto,
la Mansión Lu en la Provincia de Jiangnan ya no estaba tan llena de vida como solía estar. Solo quedaban dos discípulos guardianes en la entrada.
Lu Shaochen estaba en cultivación cerrada, adheriéndose al método mental del Dao Celestial dejado por Lu Fenghua y había hecho un juramento —no saldría hasta que hubiera dominado el Dao Celestial. Ahora, habían pasado más de medio año desde que Lu Shaochen se recluyó. El Líder del Clan de los Lu, gestionando toda la familia, vio cómo las finanzas de la familia declinaban durante estos meses.
Lo más importante, la influencia de la familia Lu había disminuido significativamente dentro del país, manteniendo apenas algunas relaciones dentro de la Provincia de Jiangnan.
Anteriormente, la familia había sido humillada cuando Ding Qianqiu destrozó sus puertas con un caldero, seguido de una provocativa visita de Ni Cangtian.
La familia Lu ya había perdido el poder de mandar sobre el viento y la lluvia como una vez lo hizo.
