—¿No es bueno vivir bien? —Guo Yi le dio una palmada en el hombro a Slovsky y luego se dio la vuelta y se fue.
Todos observaron la figura que se alejaba de Guo Yi. En ese instante, la silueta de Guo Yi parecía agrandarse inmensurablemente. Los miembros del Equipo de Combate Especial Colmillo de Lobo, uno por uno, se pusieron firmes con respeto, sintiendo una admiración genuina por Guo Yi desde el fondo de sus corazones.
—¿Por qué éramos tan cabrones al principio?
—Exactamente, ¿cómo pudimos rechazar a un instructor tan bueno en la puerta?
Recordando cuando Guo Yi llegó por primera vez a reportarse en el distrito militar, en realidad le negaron la entrada y lo rechazaron. Pensando en ello ahora, si Guo Yi hubiera decidido guardar rencor en ese momento, es probable que los cuarenta y ocho miembros del Equipo de Combate Especial Colmillo de Lobo se hubieran convertido en fantasmas bajo la cuchilla.
—A partir de hoy, Colmillo de Lobo ya no es Colmillo de Lobo.