```
La gente del Templo del Dios de la Medicina está verdaderamente llena de arrogancia.
Guo Yi ya había visto suficiente.
—Deben estar equivocados —Guo Yi negó con la cabeza suavemente, como si contemplara flores entre nubes a la deriva—. No he venido a ver esta Medicina Espiritual de diez mil años de antigüedad.
—¿Entonces a qué has venido? —El anciano frunció el ceño, pensando para sus adentros si acaso este joven vendría a causar problemas, ¿no?
—Hoy, he venido a llevarme esta Medicina Espiritual de diez mil años —dijo Guo Yi suavemente.
Boom...
El cuerpo del anciano repentinamente se tensó, su rostro volviéndose oscuro como el hierro.
—¡Qué osadía! —El anciano estaba furioso, su enojo parecía tirar del aire circundante, su barba temblaba—. ¿Te atreves a declarar que te llevarás la Medicina Espiritual de diez mil años del Templo del Dios de la Medicina? ¿Acaso deseas morir?
Rustle rustle...