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—Maestro, ¿es divertido el evento de la convención del Dao Marcial? —preguntó Tang Ru.
—Está lleno de peligros —respondió Guo Yi con indiferencia.
La convención del Dao Marcial era una gran reunión para la comunicación entre sectas y familias del país, así como una oportunidad para medir la fuerza de cada uno. La razón por la que Guo Yi quería asistir era para ver por sí mismo a qué nivel había llegado el Dao Marcial dentro del país. Por supuesto, si podía encontrar algunos Tesoros Celestiales, eso también sería una buena recompensa.
El coche siguió su camino.
Varias horas más tarde, llegaron rápidamente al territorio de la Montaña Jiuhua.
Tan pronto como llegaron al territorio de la Montaña Jiuhua, personas de varias sectas gradualmente se encontraron unas con otras, y también empezaron a aparecer individuos de las principales familias.
En el camino, ocurrieron robos ocasionales, donde la gente intentaba arrebatar tesoros unos a otros.
Bang...