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—¡Ha! —el hombre bramó.
Una inmensa fuerza se desató hacia afuera, y en este momento, la arena y el polvo circundantes parecían ser atraídos por un poder misterioso, finalmente coalesciéndose en un mundo no abierto por el Caos. Los ojos del hombre estaban bien abiertos, su rostro feroz; había gastado una tremenda cantidad de fuerza y el poder del Dao Marcial para alcanzar este estado. Sin embargo, incluso así, había llegado a su límite.
Boom...
De golpe, la arena y el polvo comprimidos explotaron. El hombre también fue lanzado varios metros hacia atrás por la fuerza.
—Suspiro... —El hombre exhaló un aliento turbio, diciendo—. No esperaba que todavía fuera insuficiente.
—Hermano mayor Zhiyuan —Un Mercedes Benz G aceleró hacia él.
—¿Qué ocurre? —Lin Zhiyuan se secó el sudor de la frente.
