Al ver al Decano encogerse, la sonrisa de Gerald se amplió con satisfacción. Había escuchado todo lo que el Decano había dicho porque Hera había mantenido su teléfono en una llamada con él, asegurándose de que estaba informado por si necesitaba intervenir. Inicialmente, Hera había preferido dejar que el Decano resolviera el problema por sí mismo, pero al ver su obstinación en expulsarla, decidió que era necesario un enfoque más decisivo, una solución rápida si se quiere. La presencia de Gerald tenía como objetivo abordar rápidamente la situación y asegurar que los intentos del Decano de expulsar a Hera fueran frustrados.
Hera había anticipado el intento de Alice de sabotearla desde el momento en que se enteró de la trama contra su expulsión y beca. Para contrarrestar esto, ya había puesto en marcha sus preparativos. Envío a Gerald a investigar la situación y lo mantuvo en espera mientras simultáneamente alertaba a la policía.