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La presentadora ayudó a Hera a colocar el micrófono de solapa en su vestido, y Hera le sonrió agradecida, logrando apenas decir un —gracias— ahogado.
Al escuchar el —gracias— ahogado de Hera, el corazón de la presentadora dio un vuelco, sintiendo un punzada de simpatía por Hera. Aunque estaba al tanto de la disputa en línea que rodeaba a Hera, no estaba al tanto de la magnitud completa de la situación. Habiendo trabajado en su línea de trabajo durante cinco años, había encontrado varios escenarios, siendo testigo a menudo de cómo las celebridades femeninas eran retratadas de manera injusta, incluso cuando eran inocentes.
