Los ojos de Xing Linlin se iluminaron y las comisuras de su boca se curvaron levemente. Sin embargo, esto solo no era suficiente. Tenía que encontrar más pruebas favorables. Xing Linlin no solo quería arruinar la reputación de Xing Shu, sino que también quería destruir a Nie Xi, que siempre había tenido algo contra ella.
—Hermano Xing, entonces tienes que persuadir a Xing Shu. Con una amiga así, se dejará llevar fácilmente —dijo Xing Linlin.
Los ojos de Zewu estaban llenos de burla. Se dice que los pájaros de un mismo plumaje vuelan juntos. No es de extrañar que Xing Shu se volviera cada vez más imprudente.