Sin embargo, Cheng Lang quizá no estuviera preocupado, pero Xing Shu sí lo estaba. Ella se negó.
—Presidente Cheng, si es por MOOL, no creo que sea necesario que vaya en este viaje de negocios. Mientras el fundador no cambie de opinión, no estoy de acuerdo en invertir —dijo ella.
Cheng Lang preguntó:
—Xing Shu, ¿a qué te estás resistiendo?
El tema cambió tan rápidamente que Xing Shu no pudo reaccionar por un momento. Se tomó medio segundo para recuperarse y agitó la mano.
—Presidente Cheng, no me estoy resistiendo al viaje de negocios. Simplemente... —Antes de que pudiera terminar de hablar, Cheng Lang la interrumpió:
— Si no te estás resistiendo al viaje de negocios, entonces te estás resistiendo a mí e intentando evitar sospechas.
Xing Shu quedó completamente atónita. Los dos ejecutivos senior aún estaban sentados en el sofá. Ella fingió estar confundida.
—Presidente Cheng, ¿de qué está hablando?
