Al escuchar esta voz, todos se giraron incrédulos hacia la dirección del sonido.
Ella no sabía cuándo, pero Ruan Xiaoshuang tenía una pistola en su mano.
Sus manos temblaban ligeramente, y la palma que sostenía la pistola ya estaba empapada en sudor frío.
Sin embargo, estaba sujetando la pistola tan fuertemente que sus dedos se habían vuelto blancos.
La expresión de Ruan Cheng era de ira. —¡Ruan Xiaoshuang!
Incluso Shao Jin estaba incrédulo. Parecía como si le hubiera alcanzado un rayo. —Segunda Señorita, ¿a quién vas a matar? ¿Es al Maestro Cheng?
—Hermano Mayor, lo siento.
La expresión de Ruan Xiaoshuang era extremadamente culpable, y luchaba con sus emociones. —Le debemos demasiado a la familia Sang. Hermano Mayor, solo deja ir a Sang Minglang...
La cara de Ruan Cheng se oscureció mientras caminaba hacia Ruan Xiaoshuang.
—¿Así que quieres matar a tu Hermano Mayor, eh?
La voz de Ruan Cheng era fría. —Estoy justo delante de ti. ¿Bueno? ¡Dispárame!