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Shen Hanyu estaba decidido a irse. Aunque Sang Qianqian estaba molesta, lo pensó y sintió que no tenía nada que ver con él.
Había muchos pacientes que no se tomaban en serio su salud y se negaban a escuchar los consejos del médico. Si ella se enfadara con todos, ya estaría muerta de ira.
Sang Qianqian tenía una cita con Yun Li para cenar esa noche. Sang Qianqian llamó a Wen Xu y Xie Shi'an para que los acompañaran.
—Acordamos ser solteros juntos, pero tú te juntaste con alguien sin decir una palabra.
Yun Li abrazó a Sang Qianqian y suspiró: "Qianqian, ¡eres tan desalmada!"
Wen Xu y Yun Li no se llevaban bien. Aunque no quería que la Hermana Qian tuviera novio, no pudo soportarlo cuando escuchó las palabras de Yun Li.
—¿Cómo que mi hermana es desalmada? Tú no puedes encontrar novio y ahora le echas la culpa a mi hermana —dijo Wen Xu fríamente—. Ay, ¿quién querría tomarse de la mano contigo? Tal vez en tu próxima vida.
Yun Li lo miró fijamente.
