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El rostro de Xie Shi'an se volvió pálido. Sus labios se movieron, pero al final, no pudo decir una palabra. Sang Qianqian había negado de hecho que lo buscara esa noche, pero él se negó a creerlo en ese momento porque no pensaba que su memoria pudiera estar equivocada.
De hecho, ella nunca había dicho que el niño era suyo. Él había sido demasiado sentimental, pensando que Sang Qianqian realmente había roto con Shen Hanyu y que el niño era de su propia sangre.
Aunque sabía que muchas cosas no estaban bien, aunque las palabras y acciones de Sang Qianqian a menudo tenían significados más profundos, nunca lo había pensado detenidamente y estaba reacio a preguntar. Desde el principio hasta ahora, se había estado engañando a sí mismo e inmerso en la belleza de su propia creación. Esperaba con ansías el nacimiento de este niño, esperando que realmente pudiera formar una familia con Sang Qianqian.
