Solo quería estar a su lado. Los dos resolverían sus dificultades y lo superarían juntos.
No quería permanecer bajo las alas de Jing Chen para siempre, pero Jing Chen solo quería protegerla.
Su Wan escuchó el suspiro de Jing Chen y apretó su cintura. Jing Chen la abrazó por detrás y apoyó su cabeza en su hombro.
—Como Wan wan insiste tanto, no te enviaré lejos. Pero cuando no esté cerca, tienes que protegerte, ¿entiendes?
Jing Chen aún dio un paso atrás y llegó a un compromiso con Su Wan.
—Está bien, definitivamente no dependeré de ti. Simplemente haz lo que necesites hacer. No tomaré la iniciativa de provocar a Jiang Xin —Su Wan asintió.
…
Los siguientes dos días transcurrieron como de costumbre.
La única diferencia fue que Jing Chen ya había pensado en un plan perfecto. Solo estaba esperando a que pasaran los próximos dos días.