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Li Fang se detuvo por un momento y una expresión antinatural cruzó su rostro. Dudó un momento antes de suspirar —No es nada. Solo es trabajo duro. No vale la pena mencionarlo. Wan wan, mamá ha ahorrado algo de dinero. ¡Si algo te gusta hoy, mamá te lo comprará!
Su Wan se quedó atónita por un momento antes de sonreír avergonzada —Ya soy adulta. Debería comprar cosas para ti en lugar de eso. Vamos. Te llevaré a pasear.
Su Wan quería comprar algunos conjuntos de ropa para cada una de ellas, pero Su Li no vino, así que no dijo nada.
De todos modos, estaba preparada para compensarlo por Su Li, para que sus vidas no fueran demasiado miserables...
Li Fang apretaba con fuerza el viejo teléfono en su mano, sus nudillos estaban pálidos. Había un atisbo de preocupación en sus ojos, pero se disipó cuando vio a Su Wan.