El corazón de Su Wan dio un vuelco. Observó al hombre frente a ella con sorpresa y confusión, sintiéndolo bastante desconocido. ¿Por qué sus ojos estaban llenos de desdén hacia ella? La última vez que vino, estaba claramente lleno de amor, como si la persona más importante para él fuera ella.
Su Wan se sintió ridícula. ¡Debía haber despertado hace mucho tiempo!
¿No era Jing Chen el mejor actuando?
¡Con su cara y habilidades de actuación, sería una gran pérdida para el país si no actuara!
Su Wan frunció el ceño y lo miró directamente. —¿Qué quieres decir con eso? ¿No has venido últimamente porque sospechas que mi hijo es de otro hombre, verdad? —dijo ella.
La mirada fría de Jing Chen se desplazó hacia ella y soltó una risita. —No te estoy sospechando. Estoy seguro, Su Wan. Incluso borraste las grabaciones de vigilancia del hospital. ¡Realmente te esforzaste mucho! —dijo él.
La confusión de Su Wan era evidente. Jing Chen no entendía, pero Lin Yu sí.
