—¡Sr. Mo! —dijo Jiang Yu impotente—. Por cierto, ¿cuántos más de estos romances podridos tienes? ¿Es esto solo la punta del iceberg?
Mo Long la miró.
—Deberías saber que ¡no tengo mujeres a mi lado!
Parecía muy bien comportado, pero la mano que sostenía su cintura no lo estaba.
Jiang Yu giró su cuerpo ligeramente y se salió de su abrazo. Se sentó frente a él.
—Cuando te conocí, te estabas recuperando de tu enfermedad y no tenías muchas mujeres a tu alrededor. ¿Pero y antes de eso? Antes de que te lastimaras, debías tener muchas confidentes, ¿verdad?
Con el estado de Mo Long y su porte, si no fuera por el hecho de que había estado escondido en un lugar pequeño recuperándose de su enfermedad durante los últimos años, definitivamente habría tenido muchas mujeres.
Mo Long extendió sus manos y dijo inocentemente:
—Confía en mí. Incluso antes de esto, aunque había muchas personas tratando de acercarse a mí, siempre hice que mi asistente les bloqueara el paso.
