Tang Huai, que estaba en el tercer piso, no pudo evitar decir: «Las palabras de la señorita Jiang Yu son demasiado precisas. Este bodhisattva realmente no puede resistir ni un solo golpe».
Él había tomado prestada la identidad de Mo Long justo ahora para tener la oportunidad de venir al tercer piso, que solo pertenecía a Mo Long.
Jiang Yu miró al invitado inconsciente en el suelo y su mirada de repente se volvió fría. Dijo, «¡No es bueno! ¡No solo tiene un ataque al corazón, también tiene epilepsia!».
Al decir eso, Jiang Yu rápidamente bajó corriendo las escaleras y corrió hacia el lado del invitado.
El brazo del hombre se movía inconscientemente, pero las personas a su alrededor no lo notaban.
Jiang Yu preguntó, «¿Cuándo enviará el hospital más cercano una ambulancia?».
El camarero fue asustado por el aura de Jiang Yu y tartamudeó, «Diez, diez minutos más tarde...».
«Entonces es demasiado tarde», Jiang Yu murmuró.
